Y mientras en la primera división, ahora Liga BBVA, aparecen
todo tipo de ilusiones, por aquello de que los grandes se
han reforzado todo lo más posible y los menos grandes no
quieren perder terreno ni, mucho menos, la categoría, aquí
en la segunda B encontramos una categoría devaluada, y más
todavía, en el grupo de la AD Ceuta.
Hemos echado un vistazo en más de cien ocasiones, a lo que
es el grupo, y haciendo los cálculos más pesimistas, salvo
un fracaso total, el Ceuta tendría que estar, digo tendría,
al final del campeonato, entre los cuatro primeros, de lo
contrario sería que se había “mal invertido” esa sabrosa
subvención del Ceuta, recibida desde la Ciudad Autónoma,
bien por no haber hecho fichajes de entidad, o porque no
habían demostrado nada positivo en los terrenos de juego.
Y es que, por más vueltas que damos al grupo, siempre nos
encontramos con cinco equipos, a lo sumo, de verdadera
entidad para ponérselo difícil al conjunto ceutí, por cuanto
ni los murcianos que han entrado en el grupo, ni los
andaluces, que conforman la mayoría de este grupo, son nada
en el mundo futbolístico, salvo dos o tres excepciones.
Atrás, pues, ha quedado un campeonato liguero con conjuntos
como Córdoba, Cádiz, Almería, Mérida o Extremadura, en sus
años buenos, el propio Badajoz de hace pocos años, algún
conjunto manchego, Xerez Deportivo y un largo etc, que nos
hace volver a aquello de que “todo tiempo pasado fue mejor”.
Este año, metemos al Ceuta entre los de arriba y, junto con
él deben estar Granada, si es que logra hacer un conjunto
medio decente, Polideportivo Ejido, si no quedó demasiado
tocado al final de la pasada campaña, Jaén que estuvo a
punto de ascender y, tal vez, Melilla.
Con todos los respetos, para aquellos que pueden ser equipo
revelación, los demás van a servir de relleno, en un grupo
en el que Jerez Industrial, Estepona, Caravaca y algún otro
de los murcianos, o andaluces, ya harán bastante con “andar”
por la categoría y muy poco más.
Las ventajas que tenemos que reseñar en el Ceuta están en
ser equipo que cuenta, de antemano, con unos ingresos fijos
muy sabrosos, y luego, si hay taquillas, mejor que mejor, y
si no las hay, ya desde antes de “hacer el paseíllo”, cuenta
con el presupuesto rematado.
Es una ventaja que debe prevalecer sobre todas las demás y
si no la sabe aprovechar es que no merece la pena “tirar”
esa serie de millones de las antiguas pesetas, que recibe de
subvención.
Entre las desventajas, todo hay que decirlo, está el que el
equipo es, en su mayor parte, nuevo, con lo que acoplar
todo, para poder rendir a tono con lo que se les va a pedir,
costará tiempo y mucho trabajo. El trabajo ahí está, el
tiempo cada vez es más corto.
Si en un Estepona – Ceuta, por ejemplo, no se ven claros los
tres puntos para el Ceuta, es que o el Estepona ha hecho un
milagro con sus refuerzos, o que el Ceuta deja todo a la
improvisación y a su historia, que en fútbol no es lo que
más goles mete.
Y otro tanto podemos decir en un Jerez Industrial – Ceuta, o
a la inversa, con la particularidad de que los jerezanos
están en esta categoría por uno de esos rebotes que, de vez
en cuando, tiene la competición.
A partir de ahora habrá que ir mirando “con lupa”, no sólo,
los resultados, la clasificación y el juego, sino las
posibilidades de remontar, si es que alguien se adelanta.
Porque si los desplazamientos a Murcia, sea contra el equipo
que sea, no deparan una media de dos puntos, es que hemos
llegado al conformismo, pensando que el nombre, con sólo
eso, es capaz de ganar los partidos.
El balón empieza a rodar. Faltan pocas horas para que
comience la competición y a partir de aquí ya se podrá sacar
pecho con los aciertos, o llevar una vida más tranquila si
es que “pintan bastos”.
Lo del año pasado, aquellas “romerías” y aquel equipo de
“engaña bobos” debe haber servido para que este año, desde
el primer instante no se vaya a improvisar. Esto, sabe muy
bien Carlos Orúe, como hay que abordarlo y si no le ponen
ninguna zancadilla, desde la primera jornada, estamos
seguros que se llegará lejos en la competición.
Sin embargo, que nadie se olvide de ello, el año pasado, por
ser lo más cercano, se vendió tanto humo, desde antes de
empezar la competición, que luego, la ausencia del Ceuta
entre los cuatro primeros, como no podía ser de otra forma,
se vio como un rotundo fracaso, a pesar de los seis buenos
resultados finales, cuando ya no había demasiada posibilidad
de reaccionar.
La Ciudad Autónoma está cumpliendo, muy de sobra, desde el
despacho con su subvención, ahora lo que hace falta es que
cumplan sobre el terreno de juego los que deben marcar los
goles.
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