Qué a que invento me estoy
refiriendo? Pues al stablishment, que se dice cultamente, o
a esta especie de fascismo encubierto y almibarado en el que
nos vemos obligados a sobrevivir, tragando quina, encajando
cacicadas y callados como putas para no llamar la atención y
que no nos represalien armándonos una revolica para
imputarnos. Por lo que sea. Si no hay motivo sobra la
imaginación ¿Qué en que me baso para desconfiar tan
profundamente del montaje? Pues me baso en que, las
sentencias absolutorias “existen”.
¿No se han dado cuenta de lo contenta que se pone una
criatura cuando la absuelven y no le meten la Mundial?
Contenta y agradecida. La declaran inocente, porque no ha
hecho nada y se vuelve loca de alegría. Ha pasado
probablemente por un calvario inmerecido, absurdo y
asqueroso, puesto que ha resultado ser inocente, pero, los
autores de la ordalía padecida por ese inocente, se van a ir
de rositas y se van a quedar tan panchos y tan agustamente.
Nadie les va a pedir cuentas por su ignorancia, estulticia y
maldad. Como mucho si, el desgraciado, ha chupado reja,
puede pedir una miserable indemnización, “una limosnita por
caridad” al Estado.
Cuentan, los malvados, con la ventaja de que, cuando un
acusado sale de lo más profundo de los infiernos, lo hace
más quemado que las víctimas de un atentado terrorista. Y no
le quedan fuerzas para nada. Ni para reclamar, ni para
enzarzarse en una larga batalla legal contra los miserables
que le hundieron en la mierda. Miserables-intocables. Que
bien que se han blindado en plan “Juan Palomo, yo me lo
guiso y yo me lo como” y chanchullean entre ellos, por cosa
del corporativismo, por no perder privilegios. ¡Que güenino
debe ser pertenecer a una casta!. Oséase que, el pueblo
soberano va por una parte y los aforados y castas
distinguidas van por otra, por no mezclarse con nosotros,
que somos unos chusmones y una gentuza. Estas reflexiones me
llevaron, junto a un grupillo de maquis libertarios a
inscribir en el registro, con todo su papeleo, la asociación
Andalucía Sahira, Andalucía Mágica, en defensa del
patrimonio, comenzando lógicamente, por la defensa del
patrimonio ético.
Y como, los cuatro desarrapados que conformamos el grupo
defendemos la ética y los valores, estamos por la labor de
conseguir que, la constitución deje de contar mentiras
piadosas y que desaparezca ese artículo 14 que dice que
“todos” somos iguales ante la Ley. Cuando es una afirmación
tan ridícula que da vergüenza ajena. Normal es que, Su
Majestad no tenga responsabilidad penal, porque es bien
sabido que, los reyes, descienden directamente de Dios.
Natural que, los aforados, que son gente fina y como tal,
muy sensibles, vayan por otros derroteros a la hora de ser
imputados, el Rey es Divinidad y los aforados Seres
Superiores. Y a los jueces y a los fiscales no se les puede
denunciar ni en comisaría ni en el juzgado de guardia,
aunque, su Poder Absoluto no dimane de las urnas sino de
aprenderse unos temas de memorieta y recitarlos ante un
Tribunal Examinador que les confiere las facultades de
disponer de vidas y de patrimonios y encima, si la cagan,
ellos mismos lo resuelven en plan capillita. Nunca jamás un
vulgar acto administrativo llegó a tanto, ni la Justicia
Natural a tan poco.
Eso es. Y, encima, como soy mongolia, voy y me equivoco y me
dirijo a un Fiscal Jefe en nombre de mis desheredados a
pedir justicia, el Fiscal Jefe está de vacaciones, recibe mi
pretensión un sustituto, lee que se está realizando la
famosa serie de televisión sobre “La Malaya” donde el
jueztorres es “el bueno” y el preso oficial del reino, Juan
Antonio Roca “el malo” y que , la legalidad impide que se
pueda hacer escarnio contra una persona que no ha sido ni
juzgada ni condenada y me contesta, el Sustituto, que no se
puede meter.
Vaya, los chusmones pensábamos que, el fiscal era el
“garante de la legalidad” o al menos eso creí leer en algún
sitio, aunque pueda que fuera en una portada de la revista
“El Jueves” que, me crean, es la más dolorosamente cierta y
sincera de España. Me equivoqué. Pensé que alguna de las
bellas frases y coletillas que componen ordenamiento y
doctrina podían tener un viso de realidad ¿Qué soy más tonta
que mandada a hacer de encargo?. Vale, pues soy tonta. Pero
existimos en España muchos maquis clandestinos y cuanto más
nos machacan más consistencia vamos tomando. Y encima somos
mágicos porque vamos recuperando el espíritu de ansia, de
“mono” de libertades. Y luchar por la libertad es lo más
mágico que existe. Repito ¿Ustedes creen en algo de este
invento? Pues yo si lo creo, creo en que, algún día los
españoles dejaremos de tener miedo al Poder, creo en la
capacidad de recuperación de los puteados y de los
oprimidos, creo en que, a los españoles, las injusticias nos
han vuelto las tripas de amianto. Y creo en la lucha por la
libertad, por la mágica, anhelada y hermosa libertad.
¡Creo!.
|