Ceuta.- Fernando Villada, arqueólogo de la Ciudad Autónoma y
miembro del Instituto de estudios Ceutíes (IEC) ha sido el
coordinador de la nueva Historia general de Ceuta, ‘De los
orígenes a nuestros días’, en cuya elaboración han trabajado
durante cinco años cerca de 40 profesionales, la mitad de
ellos, historiadores, arqueólogos e investigadores. De esta
obra, que se edita en dos volúmenes coincidiendo con la
celebración del Día de Ceuta, destaca la pluralidad de sus
enfoques y el hecho de ser la primera que recoge los últimos
e importantes descubrimientos relacionados con el devenir de
la ciudad desde la prehistoria -como es el caso del Abrigo y
Cueva de Benzú- a la Ceuta prerromana y la más
contemporánea.
Pregunta.- ¿Qué trascendendencia tiene esta obra? Hay
otras Historias de Ceuta, pero ¿cuál sería la principal
aportación de la que ha elaborado el IEC?
Respuesta.- Historias generales hay muchas, y de esta puede
destacarse que es actual, que incorpora en el texto las
novedades conocidas en los últimos años, que no son pocas.
Si hubiéramos hablado sobre este tema hace cinco o diez años
habríamos contado que no hay grandes yacimientos
prehistóricos en la ciudad, que de la prehistoria no se sabe
casi nada, que sólo existen algunos hallazgos aislados. Sin
embargo, hoy podemos hablar de un yacimiento de referencia
en el Mediterráneo Occidental (el Abrigo y Cueva de Benzú).
Si me hubieran preguntado entonces por el mundo prerromano
hubiera dicho que a pesar de que hay grandes posibilidades
de que se diera algún tipo de ocupación en esa época, no
disponíamos de restos materiales que enseñar. Hoy puede
verse, junto a la catedral, un yacimiento fenicio de cierto
interés regional. Todas esas novedades que no están
recogidas en otras historias porque no se conocían, ahora lo
están.
P.- Otra novedad puede ser el hecho de que ha intentado
hacerla asequible a un público variado.
R.- Mi deseo sería que los ceutíes y los no ceutíes se
acerquen a la historia de Ceuta de una manera más fácil. No
digo que vaya a solventar todas las dudas que puedan surgir,
pero en una primera visión se puede decir: mi libro de
referencia, de cabecera, va a ser estar obra, y a lo mejor
eso sólo no me sirve, pero tengo algo por lo que empezar.
Eso me parece algo importante y que justifica el esfuerzo
que se ha hecho.
P.- Un esfuerzo altruista en el que se han involucrado cerca
de 40 personas, entre investigadores y otros profesionales.
R.- Sí, hay desde quien se ha dedicado a hacer fotografías,
que me parece fundamental, quien ha hecho aportaciones con
dibujos y reconstrucciones, quien ha prestado su colección
de fondos particulares, tanto personas como instituciones.
Está también el caso del maquetador o del impresor, que no
hacen exactamente los textos pero tienen un papel decisivo.
Se puede hacer el mejor texto del mundo pero como no esté
bien impreso, no se vean bien las letras o el diseño sea
poco atractivo hay que tener muchas ganas para leer esos
textos. A mi eso me parece muy importante, el papel que ha
tenido Rocío Valriberas, por ejemplo, de corrección de
textos, me parece muy importante, aunque luego no se vea
ningún capítulo que esté firmado por ellos.
P.- Es una obra muy moderna en ese sentido, pues se ha
tratado de cuidar al máximo su aspecto, su maquetación y la
aportación de material gráfico.
R.- Seguro. No son cosas tan extraordinarias, no voy a decir
que hayamos descubierto la pólvora, pero hoy he estado
pasando las páginas con un compañero y me preguntaba, ¿y
esto? Pues eso es algo tan sencillo como poner las
posesiones portuguesas en un mapa y una parra donde se
indican los periodos cronológicos en los cuales fueron
ocupados por ellos. Cuando tú ves eso comprendes que Ceuta
es parte de un rosario de muchos otros lugares que ha tenido
una ocupación muy alta dentro de lo que es el dominio
portugués de otros lugares, eso te lo da ese tipo de datos,
y a lo mejor se transmite mucho mejor si ves la imagen. Se
ha hecho eso y prácticamente todos los gráficos del siglo XX
se han elaborado en exclusiva para esta obra y son cientos,
desde la evolución de los presupuestos municipales, la
importación de mercaderías, número de habitantes, de mujeres
con instrucción respecto al número de hombres... Ese es un
trabajo que no se había hecho, que se ha hecho para esta
obra y es uno de los valores que tiene.
P.- Ese trabajo de recopilación de toda la historia de Ceuta
hasta la más reciente, desde el punto de vista de la
investigación, ¿tiene alguna aportación novedosa que se
pueda destacar?, porque los enfoques cambian en relación con
las épocas en las que se escribe...
R.- Y con las personas que escriben. Esta es una obra muy
plural, porque hay algo que se debe destacar, los
historiadores no somos objetivos, no hay ningún historiador
que sea objetivo, cualquiera que diga eso se puede decir que
está mintiendo ya de entrada, porque no somos objetos, somos
sujetos. A un historiador se le pueden exigir muchas otras
cosas, pasa un poco como con los periodistas..., que seas
riguroso en los datos, que los datos sean ciertos, que no
hayas escamoteado alguno que no interese a tus conclusiones,
que tengas una mentalidad abierta, que no vengas con una
idea prefijada, ni intentes llevar el agua a tu molino, y
que trates también de comprender lo que ha ocurrido a través
de esos datos.
P.- Que se sea honrado a la hora de abordar el trabajo.
R.- Ser honrado, tener ética profesional. Pero aparte de
eso, la interpretación es personal, es decir, no hay uno
solo de los artículos, salvo el que he escrito yo, que yo
hubiera hecho de la misma manera con los mismos datos encima
de la mesa, porque yo le hubiera dado mis preocupaciones, mi
forma de entender el mundo... , lo que se puede exigir es
eso, rigurosidad, objetividad, manejo científico de los
datos, pero la interpretación es libre.
P.- Y en este caso, plural.
R.- Plural, porque diría que conozco a todos los que han
participado y hay personas que piensan de forma muy
diferente, que entienden la historia y lo que significa de
forma muy distinta, y eso se traduce en la obra y no han
tenido ninguna cortapisa, eso sí lo puedo asegurar, fue una
premisa básica, para que se escribiera algo en un sentido o
en otro. Lo único que se les facilitaba era un esquema con
los puntos que yo creía que se tenían que tratar y eso se ha
seguido más o menos por todos. Tenían que tratar los
acontecimientos, algo sobre la economía, la población, la
sociedad ceutí del período, los hechos relacionados con un
contexto regional o nacional para que se puedan entender
bien. Les indiqué que me gustaría que se incluyera algo
sobre los restos materiales que hay de cada uno de los
períodos. Lógicamente, cuando cogen esto por ejemplo Pepe
Ramos en la prehistoria o Darío Bernal en la antigüedad,
pues no pueden darle el mismo tratamiento que le da Jose
Alarcón en el siglo XX, en el que los restos arqueológicos
son casi todos o todos una evidencia. Todo eso se refleja en
miles de matices, hay quienes piensan que los aspectos
económicos tienen una importancia mayor..., que la sociedad
se entiende mejor desde un punto de vista que desde otro,
que hay acontecimientos que igual tienen gran repercusión
mediática pero luego no son relevantes...
P.- ¿Cuál es el modelo para Fernando Villada?
R.- Tucídides, quizá el mejor historiador que haya existido,
y estamos hablando de una persona de hace mas de 2.000 años,
empieza la historia de la Guerra del Peloponeso diciendo: se
ha documentado como causa de esta guerra..., tal y tal, pero
las causas más verdaderas, las más profundas están en el
enfrentamiento entre el sistema espartano y el ateniense...
No se deja llevar por lo que es la declaración de la guerra,
por los motivos formales, hay que ir un poco más allá y
decir, si es que yo entiendo todo, veo cómo al final acaba
desembocando en un conflicto entre estados por estas
circunstancias. Pero claro, determinar esas circunstancias y
esas causas que no están escritas en ningún libro..., pues
cada uno interpretamos y damos cuenta de lo que podemos.
P.- ¿Podría destacar algo que le haya llamado especialmente
la atención al leer las cosas que han escrito sus
compañeros, algún punto de vista en el que no se le hubiera
ocurrido pensar antes?
R.- Si me pongo a decir diría el libro entero, pero me ha
gustado mucho el enfoque que le ha dado Simón Chamorro a su
capítulo (‘El medio natural de Ceuta y su entorno’). Para un
historiador, ver lo que piensa un profesional de otro
ámbito, de una materia con la que él trata es algo
fascinante. Alguien que te hable del clima, de cómo el clima
influye, de cómo la geología influye en la ocupación... A mi
me ha hecho ver cosas que antes que antes no veía del mismo
modo, cuestiones no sólo vinculadas al mundo de la
prehistoria, sino a momentos posteriores. En el tema de la
prehistoria me ha parecido muy significativo por ejemplo
como los hallazgos de Benzú cobran sentido cuando se
enmarcan en un contexto regional, ahí se comprende la
importancia que tienen. En el de la edad antigua, que ha
hecho Darío Bernal, pues me ha gustado mucho el tono que le
ha dado, ha hecho un ensayo sobre lo que él piensa que han
sido los diferentes momentos de esa edad y aún estando mas o
menos en desacuerdo con él, me parece que ha dado una visión
global que tiene enjundia. De la Edad Media no hablo [es el
capitulo que ha escrito él mismo junto con José Manuel
Hita]... De la época portuguesa me ha admirado la claridad
con la que ha tratan el período Paulo e Isabel Drumond, son
claros, van a lo concreto, explican muy bien las cosas.
P.- ¿Y de los más recientes?
R.- Por ejemplo, el de los Austrias, de Antonio Carmona...,
qué maravilla conocer la etapa por un docente al que se le
acaba metiendo en las venas esa forma de explicar, de
sintetizar, de ir a lo fundamental, de estructurar el
capítulo. El de Eloy Martín, que es el siglo XVIII, es una
auténtica pirueta intelectual, algo realmente notable,
porque lo que hace es interpretar la ciudad desde una
perspectiva para mi novedosa en la cual los aspectos
económicos y estructurales tienen una preponderancia que
acaba de explicar toda la parafernalia posterior. Eloy
comprende la ciudad y entiende cómo son los procesos. Sobre
el siglo XIX, el de José Luis Gómez Barceló, qué puedo
decir..., es una persona que conoce con profundidad la
historia de Ceuta y lo domina. El siglo XIX era
especialmente dificultoso, la historiografía lo ha tratado
muy mal, hay referencias de momentos concretos pero no
visiones globales y José Luis se lo ha trabajado para dar
esa visión global y plagada de datos, algunos desconocidos
que llamarán mucho la atención.
P.- ¿Por ejemplo?
R.- Pues, ¿sabes dónde se iza la primera bandera tricolor en
este país? En el puerto de Ceuta... No quisiera quedarme en
la anécdota, porque aparte de esto, le da una visión de
conjunto.
P.- Por último, ¿a destacar del capítulo dedicado al siglo
XX?
R.- José Antonio Alarcón ha hecho un trabajo dificilísimo,
el siglo XX para mí es de los más difíciles al tener tanta
información. A veces, cuantos más datos tienes más difícil
es llegar a la información, seleccionar, ordenar,
priorizar..., y muchas veces además con datos que has tenido
que elaborar tú mismo. Se ha tenido que recorrer el archivo
municipal del siglo XX porque había cosas que no se sabían.
P.- En esta obra se ha contado también, para el prólogo, con
un veterano historiador que ha dedicado buena parte de su
carrera investigadora a Ceuta.
R.- El prólogo de Carlos Posac me parece extraordinario. Es
un maestro. Reconozco que me sigue sorprendiendo su prosa,
cómo escribe.
P.- Tiene un valor literario
R.- Además, además...
P.- ¿Y qué enfoque le ha dado a la introducción de la obra?
R.- Hace una semblanza sobre la historia de Ceuta, desde los
orígenes a nuestros días, cómo va pasando de un
acontecimiento a otro, introduce temas literarios... Creo
que es una pieza fundamental, que ha cuadrado muy bien el
libro.
P.- Con los últimos descubrimientros de los que hablábamos
al principo se puede decir que esta nueva Historia de Ceuta
es también fruto de eso, de la evolución que ha
experimentado la investigación histórica en la ciudad.
R.- Evidentemente. Hay que pensar que esta Historia, en la
que ha participado tanta gente, es fruto de que hay un
repertorio de historiadores amplio que se ha ocupado de la
historia de la ciudad, y había otros también que podrían
haber participado... Es decir, que tienes repertorio, tienes
jugadores para montar un equipo. Eso no ha pasado siempre,
sino desde hace muy poco tiempo. Antes eran muy pocas las
personas que se dedicaban a este tema o lo hacían con otro
carácter, ahora hay un grupo de personas que nos permite
abordar un proyecto como este.
P.- Y también ha habido más medios, aunque siempre son
pocos, para excavar, para investigar.
R.- Ha habido medios para excavar y para investigar y se
conoce mejor, estamos en la sociedad de la información, que
parece una cosa retórica cuando se dice, pero que para los
historiadores es algo fundamental, nos permite estar en
contacto con el mundo. Yo he pasado parte de mi vida
haciendo fotocopias en Granada preventivamente..., o sea, yo
veía una documentación que me interesaba y decía, voy a
fotocopiarla por si alguna vez me hace falta. Se puede uno
imaginar la cantidad de fotocopias que jamás he leído. Ahora
puedes meterte en internet y bien a través de la red o de
cualquier otro medio, disponer de información... Si se
publica hoy algo sobre Ceuta en Japón, te enteras, y eso
cambia todo radicalmente.
P.- También el hecho de no tener que desplazarse a los
archivos.
R.- Antes teníamos a personas becadas que iban a hacer
listados de los índices de los documentos sobre Ceuta que
había en el archivo equis, que en Simancas hay, en no se qué
legajo, una referencia a Ceuta, leías la microficha, con un
aparato brutal... Ahora puedes acceder a los inventarios, a
los catálogos normalmente, con lo cual las tareas se
facilitan mucho.
P.- De momento se va a realizar sólo una edición en papel de
esta obra, pero ¿hay alguna idea para hacerla accesible
también precisamente a través de medios digitales?
R.- Se han barajado muchas posibilidades para que esta
Historia tenga una difusión importante. A mi me parece que
los 60 euros que se van a cobrar son escasos, pero se debe
reconocer que hay personas para las que ese precio puede ser
un impedimento. Mi interés es que llegue al mayor número de
personas y se han hecho propuestas muy diversas, desde
colgarla en la red hasta editarla en fascículos o en CD. La
idea es que llegue a todas las personas posibles, esto no es
un tema comercial, porque se hubiera planteado de otra
manera.
P.- Por eso se le ha dado también un perfil más divulgativo.
R.- Hay quien me ha dicho que es alta divulgación, que está
un poco subido de todo, pero es que tienes que explicarlo
con rigor, si no es imposible. Si tengo que explicarte algo,
he de darte los datos, y si me dices que te aburro, pues
vale, pero es mi obligación, y tampoco conozco a todos y
cada uno de los que leen la obra. Por ejemplo, hemos hecho
algo que a nosotros nos cuesta muchísimo. Cada vez que
escribimos una frase intentamos documentarla, cargarnos de
razón, para lo que se hacen citas continuas. Pues hemos
renunciado a eso, no citamos, sólo lo hacemos con cuestiones
generales y ponemos sólo una bibliografía final
P.- Para no “entorpecer” el discurso...
R.- Para no entorpecerlo. Normalmente para cada afirmación
hacemos citas a veces de dos folios y medio, y a eso hemos
renunciado en aras a que sea algo más ligero.
P.- Y aún así, puede haber quien piense que es demasiado
árido.
R.- Aún así, se expresa con un lenguaje, en una forma que
son los habituales. Esto no es una novela histórica, pero yo
estoy satisfecho del resultado, sinceramente.
P.- Con todo eso, ¿cree se ha de animar a los ciudadanos
en general a acercarse a esta Historia general de Ceuta?
R.- Creo que puede ser una oportunidad de ir más lejos, un
primer escalón, porque luego a mi resulta que me interesa
mucho lo de los romanos o he leído algo curioso sobre el
siglo XIX, si había un presidio, si no..., y hay unas
referencias bibliográficas que me pueden abrir camino a
estas cosas.
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