Magnífico tiempo climático el de
mi ciudad de residencia actual. Cien kilómetros más al sur
no es tan magnífico. Mucha lluvia de pedriscos congelados,
llamados granizos, que más bien parece un fallo de los
dioses del tiempo al prepararse los cócteles veraniegos con
hielo picado y derramarlos fuera de la coctelera.
Bueno, en mi casa ha surgido una teoría nueva. Es la de la
persistencia de mi hijo pequeño en que lo lleve a la piscina
a toda costa.
Tal teoría tiene su base en esa otra, salvando lo presente,
en que unos obstinados políticos se emperran en suicidarse,
políticamente escrito, con la persistencia de los
neardentales en conseguir su objetivo a toda costa.
A la teoría de la conspiración le sigue la teoría de la
persecución dentro de esta nueva teoría de la persistencia.
Me refiero, Vds. lo habrán adivinado antes que yo, a los
peperos y a su gran mentira de destrucción masiva.
Por increíble que parezca, los dirigentes del PP empeñados
en la teoría de la persecución, alegan cosas y supuestos
hechos dignos de patio de colegio.
Menos mal que el Congreso no ha caído en la trampa. El
Congreso ya tiene suficientemente afectada su credibilidad
que lleva arrastrando desde la pasada legislatura por la
teoría de la conspiración.
Propongo que se cree el Premio Príncipe de Asturias a la
Conspiración. Seguro que se lo lleva repetidamente el PP.
La enorme metedura de pata de los dirigentes peperos sobre
la afirmación de que tienen pruebas, sobre todo de escuchas
telefónicas, queda tan patente que me pregunto: ¿cómo es que
tienen grabadas las supuestas escuchas? ¿Son claramente
espías de ellos mismos?
Que yo sepa, la teoría de la persecución estaba aplicada y
enmarcada en el anterior régimen. ¿Qué no? que se lo
pregunten a los cientos de presos políticos de entonces. Por
eso no es bueno menear temas en que los peperos son maestros
y presentarlos como cosas hechas sin aportar ni un mendrugo
como prueba.
Los ataques que hacen contra el Gobierno, contra la
Justicia, contra la Fiscalía y contra las Fuerzas de
Seguridad del Estado son cosas que tiene que ser,
forzosamente, estudiadas y resueltas justicieramente. De no
hacerse así, los estamentos mencionados resultarán
perjudicados en su credibilidad de garantes democráticos de
nuestro país.
¿Cuándo se darán cuenta los dirigentes peperos, los de la
cúpula, que cada vez se van estrellando más y más? ¿Hasta
donde llegarán con esa paranoia delirante?
Ya vemos que el PP es un auténtico experto en enredos
inútiles para el país; en tejemanejes que no conducen a
elevar la dignidad del Estado ante la opinión pública
mundial. En vez de cumplir su misión como oposición leal se
convierten en corsarios consentidos.
Por mucho que insistan en su teorías conspirativas, de
persecuciones y persistentes, nunca podrán tapar la gran
mancha que se ha extendido sobre ellos pese al conjunto de
desidias, inventos y mentiras con que suelen adornar sus
supuestas denuncias porque, como dijo Jorquera, el toro de
la corrupción seguirá embistiendo.
Esos intentos de levantar continuas cortinas de humos solo
significan intentos por conseguir impunidad para que no se
hable de los casos de corrupción que les afectan.
En fin, más de lo mismo. Un partido que lucha por conseguir
el poder fuera de las urnas tiene un nombre que la propia
portavoz del PP clarifica con su exclamación de que nadie
debería pensar: esto no va conmigo…
Bueno, retomo el baño en la piscina con el plan de que se
enfríe el calentón que se me ha subido. ¡Qué país!
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