Leche, cereales, arroz, pasta, batidos, queso, galletas,
natillas, batido de chocolate, zumo, harina o azúcar son
algunos de los excedentes que llegan desde el Plan 2009 de
la Comunidad Europea a Bancosol, el Banco de Alimentos de
Málaga que posteriormente distribuye a Ceuta a través de los
mismos proveedores, entre ellos, marcas como Pascual, Reny
Picot, Gallo o Gullón.
Esto ha supuesto un montante de 18 toneladas recibidas en
marzo, 22 toneladas llegadas hace un mes proximadamente y
queda un tercer envío “aunque el año pasado fueron cuatro,
entonces pensamos que la crisis habrá tenido algo que ver”,
indicó Javier González, presidente de Cáritas Diocesana en
Ceuta. Pese a que esta iniciativa ayuda a paliar la pobreza,
“no son comestibles nutritivos, no son legumbres o
proteínas, pero como se gestiona desde la UE nadie puede
sugerir lo deseado así que habrá que contentarse con lo que
llega”, apostilló.
El aceite es otro de los productos “que ni se ven cuando es
totalmente necesario para elaborar casi cualquier comida”,
apuntó el Coronel Manuel Lancha, presidente del Banco de
Alimentos en Ceuta.
Este Plan 2009 está enfocado precisamente para solventar las
carencias más llamativas de cada autonomía, en el caso de
Ceuta, “el perfil casi siempre es el de la mujer divorciada,
mayormente musulmana, sin casi ningún tipo de recursos. Y
este año se ha empezado a notar en pensionistas y parejas
jóvenes que están hasta el cuello con las hipotecas”,
especificó el representante de la entidad benéfica.
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