Veinticinco años he cumplido con
la firma McDonalds España, habiendo utilizado sus servicios
e instalaciones durante un cuarto de Siglo por todo el
territorio nacional. De los mejores establecimientos de
Madrid capital, Málaga, Torremolinos, Algeciras y por
supuesto Ceuta, y nunca ni una queja de sus servicios y
atenciones. Mi padre gran viajero y habiendo recorrido los
cinco continentes, vio en la Gran Vía madrileña que la firma
McDonalds servia a un minusválido en precario el McMenú en
la puerta y me comentaba que ese era un gran gesto, por
tanto no se despreciaba a nadie por su condición humana.
Pero mira por donde siempre tiene que haber un encontronazo
extraño y el otro día lo tuve, creo que fue el jueves 20,
aparco en el Poblado Marinero, para avisar a mi pareja,
detrás justo de la señal de retirada grúa de McDonalds. No
podía correr como Usain Bolt, pero me salió una chica y me
paró en seco en la puerta del Pub donde iba a entrar;
“caballero no puede estar ahí”. Le comenté que estaba detrás
del disco; que si había otro disco más atrás, que iba a
llamar a la grúa, que si policía Portuaria, y le dije que ya
estaría yo de vueltas, si hubiera avisado a mi compañera,
que ya había llegado. Que nones, que nada de historias, que
llamaba ahora mismo a la grúa, que no podía trabajar, y
claro yo entré y recogí a mi chica, ya me iba y empecé a
hacer un estudio para realizar el articulo. Once años de
McDonalds en Ceuta, y todavía no han sido capaces de quitar
al pedigüeño de la ventanilla de acceso del McAuto, si estas
trabajando, tienes tu derecho de intimidad e higiene, a no
tener nadie metiendo los hocicos en la comida, que te pasan
por ventanilla.
Espero que cuando sea Diwaly y Año Nuevo, este abierto hasta
las cuatro de la mañana, cuando venga de bailar dole vaye, a
comerme mi menu McRoyal , y por supuesto voy a recordaros
los vacilones que se paran a ver la cartelera del cine, y yo
esperando a sus narices de niñatos que arranquen el coche.
Por supuesto voy a seguir con McDonalds, venticinco años no
es nada, para seguir disfrutando de sus menus, pero hija mia,
empleada debías haber sido más humana como la Fundación
McDonald y más flexible, no todos somos iguales, y era unos
segundos, que también trabajo de cara al publico, y espero
que seas igual de enérgica también con los titos.
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