Durante su último discurso de toma
de posesión del cargo de presidente de la Ciudad, en junio
de 2007, hace ya algo más de dos años, a la hora de
presentar las prioridades con que encaraba la legislatura al
frente del Ejecutivo local, Juan Vivas se refirió a la
necesidad de “seguir potenciando y defendiendo nuestro rico
patrimonio cultural, histórico y natural” y de “poner de
relieve, las esencias y atractivos característicos de
Ceuta”. Al Gobierno ceutí se le ha presentado ahora, a
cuenta de los ricos hallazgos arqueológicos de la época
neomedieval encontrados en el Pasaje Fernández, la
oportunidad de refrendar dicha declaración de intenciones.
Ayer, a través de una nota de prensa, cumplió de forma
coherente y manifestó su compromiso trabajar para “preservar
y poner en valor los restos arqueológicos hallados”, aún
tratándose de una parcela de titularidad privada, con la
intención de que este propósito no ponga “en riesgo” la gran
inversión que está previsto ejecutar en estos terrenos para
construir un complejo residencial. “Con este compromiso, el
Gobierno quiere tranquilizar a los ciudadanos en general y
en particular a las personas que por distintos motivos
tengan intereses en estos terrenos”, indicó el Ejecutivo en
su nota, necesaria a la vista tanto de la importancia de los
elementos encontrados por los especialistas a cinco metros
bajo tierra como de las posibles repercusiones que podrían
tener tanto para los promotores del proyecto como para sus
clientes, decenas de familias ceutíes. No se entendería que
la Ciudad obrase de otro modo con unos restos que los
expertos han considerado como “de referencia para conocer el
urbanismo islámico bajomedieval en el Mediterráneo
occidental”. Compatibilizar la protección y puesta en valor
de este tipo de hallazgos con el necesario avance en pro de
unos mejores servicios e infraestructuras es el primer deber
de un Ejecutivo que apueste por el desarrollo sostenible,
por lo que es imperiosamente necesario que se alcance una
solución satisfactoria para todas las partes.
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