Este verano, y dada nuestra
cualidad de pensionista, hemos tenido tiempo sobrado para la
lectura y, entre los libros que han llamado nuestra
atención, nos ha caído entre manos el escrito por los
periodistas Federico Quevedo (comentarista de El Gato al
Agua y Onda Cero, entre otros medios) y Daniel Forcada
(columnista de El Cofidencial). Se denomina el libro “El
Negocio del Poder” (Así viven los políticos de nuestro
tiempo).
Diríamos que el volumen literario de que hablamos, es un
tratado de cómo se comportan y viven quienes han sido
elegidos para dirigir nuestros destinos. Por eso y, a la
vista de la aprobación por parte del gobierno de la nueva
ayuda por importe de 420 euros para los parados que hayan
agotado la protección de desempleo y no dispongan de otros
ingresos, nos ha llamado la atención, primero, las
importantes retribuciones que perciben los Ministros que,
por ejemplo, se llevan de ala casi 15.000.000 de pts./año,
sin contar tampoco los gastos de representación y creemos,
también, las retribuciones que les corresponden por
desempeñar los cargos de diputados o senadores, a mas (por
lo menos antes lo tenían) las dietas por asistencias como
miembros a consejos de administración. Los presidentes de
Comunidades perciben cantidades que van desde los 28.000.000
de pts. (Generalidad de Cataluña) a los 13,5 millones (el de
Canarias) anuales. Los regidores de municipios van desde los
casi 21.000.000 de Barcelona a los casi 6.000.000 de
Palencia. Algunos no cobran, pero nos suponemos que por
causas de incompatibilidades, por ser parlamentarios del
Congreso o del Senado o por otro cargo de representación
publica. (Los Alcaldes-Presidentes de Ceuta y Melilla no
vienen incluidos en la información, aun cuando nos consta
que sus emolumentos se encuentran en la parte alta de la
tabla de remuneraciones de regidores de los principales
municipios españoles. El de la ciudad hermana pertenece,
también al Senado por lo que percibe la remuneración
correspondiente, o sea, mas de 500.000 pts. extras a su
sueldo como munícipe). Un diputado, por ejemplo, percibe
520.000 mensuales, mas complementos si son portavoces de
330.000 o de libre representación, 175.000. Después hay
portavoces, portavoces adjuntos, presidentes y
vicepresidentes de comisión, secretarios, etc. que van de
más del millón mensual a las 650.000, todo en pesetas claro
está, de los portavoces adjuntos de comisión.
Y ya que hablamos de aportaciones del estado a miembros con
representación política, nos vamos a parar en comentar las
subvenciones que perciben los Grupos parlamentarios del
Congreso y así se nos comenta en el libro mencionado que
solo entre el partido Socialista y el Popular disponen de
cerca de 1.500 millones para sus atenciones durante el año
por lo que al Congreso y Senado se refiere.
Otras cuestiones no menos curiosas de las que dan cuenta los
autores Quevedo y Forcada son los parlamentarios
pluriempleados, el despilfarro de las autonomías, las
“dinastías políticas”, la regeneración necesaria del sistema
(“la mayoría de los políticos son honrados pero existe una
casta que se ha instalado en el poder como si fuera algo que
les perteneciera”) y así los hay, comentamos nosotros,
quienes llegaron a la política para aprovecharse en
beneficio propio a base del “peloteo” con los mandamases
para mantener sus “dignidades” durante cuatro, cinco o más
legislaturas, sin mas esfuerzo que llevar a cabo una campaña
electoral y levantar el dedo de vez en cuando en el
parlamento, con retribuciones aseguradas de por vida y
pensiones extraordinarias de jubilación. Por todo ello,
cuando los posibles beneficiarios, desempleados menores de
65 años que no hayan agotado las prestaciones de desempleo
sin rentas superiores al 75 % del salario mínimo
interprofesional a partir del 1º de agosto, tengan la suerte
de que les concedan la ayuda de 420 euros durante seis meses
(no llega a las 70.000 pesetas) se preguntarán, ¡joder!
¿Cómo es que, en vez de ser trabajador en paro, con esposa y
cinco hijos, titular de hipoteca al canto, no me ha dado por
meterme a político para lo que, dicho sea de paso, no se
necesita mas que ser mayor de edad y no estar condenado por
sentencia judicial firme y, si me ha dado tiempo, no estar
internado en hospital psiquiátrico?...
Contiene el libro otras curiosidades referidas a nuestros
políticos (“Parlamentarios pluriempleados, Por un puestazo
en Europa, Una trama con muchos tramos, Autonomías: un
popurrí del despilfarro, Taifas y cacicazgos varios: La
España del pelotazo malayo, El poder se queda en casa y
Hacia una regeneración del sistema”) que, no por conocidos,
dejan de ser interesantes y que cualquier día de estos
quizás nos de por comentar.
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