La organización en Ceuta de la segunda Musal-la, el rezo
público y comunitario que el año pasado se celebró por
primera vez al aire libre en Loma Margarita, está dejando al
aire libre de nuevo las heridas sin cicatrizar que dividen a
la comunidad musulmana ceutí, incapaz de alcanzar la postura
común que dice impulsar Yalila Liazid.
Los ojos de Yalila Liazid, responsable de la comunidad
islámica de Sidi Embarek, cuyo imam principal es su padre,
Ahmed Liazid, se llenaron ante los micrófonos de los
periodistas el pasado viernes de lágrimas de nostalgia por
“la unidad de todos los musulmanes” de Ceuta. Ayer a última
hora de la tarde la filóloga mantenía la esperanza de que,
finalmente, todas las entidades representativas del
colectivo muslmán ceutí llegasen a un acuerdo de mínimos
para promover una sola Musal-la, evento por cuya preparación
casi llegan a las manos algunos de esos mismos agentes el
año pasado.
Liazid dice tener el beneplácito para pedir una sola
solicitud al Gobierno local de la UCIDCE de Laarbi Maateis
(imposible contrastarlo: por tercer día consecutivo su
presidente seguía ayer ilocalizable) o la comunidad de Imam
Malik. Explicó a este periódico que ya había tenido
contactos con Luna Blanca (“si se organizan dos rezos por
separado no nos sumaremos a ninguno y los responsables de la
división serán quienes tendrán de explicar por qué”, repitió
ayer Mustafa Abdelkader) y afirmó estar esperando una
postura concreta de la FEERI.
También por la tarde, el máximo responsable de esta
federación en Ceuta, Sadedrin Abdelkader, dejó clara su
posición: “No nos sentaremos siquiera si no se nos devuelve
el local de la Comunidad Islámica de Ceuta”, un espacio en
los bajos de la mezquita de Sidi Embarek que entienden les
pertenece y nunca les fue entregado tras la construcción del
templo.
Además, la FEERI tampoco desea “politizar” ni dar
“protagonismos extraños” a nadie al hilo de este rezo.
“¿Yalila Liazid? ¿Quién es?”, dice Abdelkader cuando se le
pregunta por quien dice promover “como persona, como ceutí y
como musulmana, nada más” una Musal-la de consenso.
Su alusión a la “politización” de la cita alude, sin
embargo, de forma evidente, a la reciente vinculación
indisimulada de la hija del imam con el PP, circunstancia
que según varias de las fuentes consultadas ayer por este
periódico también genera tensiones extra, tensiones que
alcanzan a la propia figura de Ahmed Liazid, contra el que
una parte de la comunidad de la mezquita (“muy pequeña”,
según el entorno del imam; “significativa”, según los más
distinciados) ha recogido un número indeterminado de firmas
para su salida de la mezquita, tal y como se planteará más
pronto que tarde al Ministerio de Asuntos Religiosos
marroquí.
“Que recojan las firmas que quieran y que vayan adonde
quieran proque no van a conseguir nada”, replica Yalila, que
no elude el tema de su afiliación política: “Siempre he sido
una persona libre en todos los ámbitos de mi vida y nadie
puede meterse con la decisión que he tomado, que en
cualquier caso no tiene nada que ver con la Musal-la”, deja
claro.
En el colectivo sorprende y en algunos casos causa rechazo,
sin embargo, su creciente presencia pública “como si fuese
una portavoz de la comunidad en general”, un papel que hasta
ahora había venido jugando durante los últimos años el
presidente de la UCIDCE, en cuyo entorno también llama la
atención que se haya dejado “ganar” ese terreno.
Adversarios irreconciliables hasta ahora, la aparición de
Liazid ha creado nuevos puntos de encuentro entre las dos
federaciones mayoritarias: “Nosotros no tenemos ningún
problema en sentarnos con la UCIDCE, con cuya federación
nacional ya estamos en la Comisión Islámica”, abrió ayer su
puerta la FEERI en Ceuta.
Así las cosas, Gordillo no ha recibido aún ninguna solicitud
para la Musal-la de 2009, aunque la FEERI ya ha encargado
las esterillas para el rezo que piensa organizar en la
explanada anexa a Sidi Embarek (terreno privado de propiedad
musulmana, subrayan), quizá con el imam principal del
Príncipe Alfonso en el púlpito. El rezo consensuado apunta
de nuevo a Loma Margarita, tal vez con Liazid como director
(“que lo decidan los imames”, dice su hija), aunque él
rechazó hacerlo el año pasado, cuando fue la UCIDCE quien
obtuvo el visto bueno de la Ciudad Autónoma y optó por abrir
la mezquita para que los fieles orasen en su interior. Este
año algunos templos, como el de Muley El Mehdi, también
podrían decantarse por tal opción.
Deu repitió ayer como portavoz del Ejecutivo que la Ciudad
colaborará “en todo lo posible” con quien se lo pida.
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