Las explicaciones ofrecidas por
políticos y especialistas económicos en relación a la
programación anual de los Presupuestos Generales del Estado
así como, las medidas adoptadas precipitadamente que no se
encuentran incluidas en dicho documento o cualquier otra
decisión extraordinaria asumida, tanto por el Gobierno de la
nación como por cualquier gobierno autónomo o consistorio
municipal, parecen muchísimo más complejas de lo que en
realidad son. Circunstancia, que podría estar justificada en
la necesidad de estos de complicar una realidad con el único
objetivo de manipular a la opinión pública.
Cualquier ciudadano español podría extrapolar los datos
facilitados por las diferentes fuentes gubernativas en
relación a dichas cuentas públicas a los presupuestos
familiares de cualquier hogar de nuestro país. Cualquiera de
estos posee unos ingresos y unos gastos debidamente
equilibrados ya que, cualquier perturbación financiera entre
uno y otro supondría, inmediatamente, la quiebra económica
de la familia en cuestión. Por tanto, resulta evidente
afirmar, que en el caso hipotético de un incremento en los
ingresos esto podría suponer un aumento en los gastos pero,
en ningún caso, una disminución de ingresos podría conllevar
también un aumento en los gastos tal y como sucede
actualmente en nuestro país con las últimas medidas
anticrisis adoptadas por el Ejecutivo socialista.
Debo señalar, que las últimas medidas anticrisis adoptadas
por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero han supuesto
un gasto extraordinario, fuera de la estimación inicial de
los Presupuestos Generales del Estado para el presente
Ejercicio, que superarán, con total seguridad, los 12.000
millones de euros, cantidad, que evidentemente debe
extraerse de las cantidades consignadas en dichos
Presupuestos o deberá buscarse la formula necesaria para
conseguir unos ingresos mínimos que equilibren el estado de
las cuentas públicas.
El sentimiento de solidaridad hacia quienes se han visto
gravemente afectados por la incapacidad del Gobierno
socialista, impide que critique las ayudas de 420 euros
mensuales a los parados que han perdido el derecho de la
prestación por desempleo así como, las cantidades recogidas
en el Fondo para Entidades Locales y el Fondo Especial para
la Dinamización de la Economía y el Empleo. No obstante,
debo manifestar mi total desconfianza en el futuro de un
país gobernado por unos políticos demagogos incapaces de
afrontar los problemas estructurales existentes favoreciendo
la adopción de las medidas correctoras necesarias para
superar nuestra actual recesión.
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