La distorsión de paro locales que iniciativas como los
Planes de Empleo generan en las tasas (primero al alza,
invitando a personas que nunca lo harían a apuntarse en el
INEM como demandantes, y después a la baja, al sacar de sus
listas a más de un millar de personas) aleja los parámetros
de este fenómeno en las dos ciudades autónomas aún más de
los indicadores medios de evolución nacional.
Durante el último año en España las listas del desempleo han
crecido en 1,1 millones de personas. De cada diez,
aproximadamente una entra en el apartado de muy bajo grado
de ocupabilidad;dos, en el de bajo; cuatro en el de media y
algo más de tres en el de alta.
La probabilidad de que un parado registrado encuentre un
empleo depende de una serie de circunstancias, entre las que
destacan la antigüedad en el paro (cuanto mayor antigüedad,
menor probabilidad), el ámbito geográfico de búsqueda
(cuanto más limitada sea, menor probabilidad), el número de
ocupaciones demandadas (también cuanto más limitado, menor
probabilidad) y el tipo de prestaciones por desempleo
(siendo menor la probabilidad de encontrar empleo en los
casos de perceptores del subsidio de mayores de 52 años o la
renta activa de inserción).
En función de esas características se ha establecido un
índice de ocupabilidad de los parados registrados, que
refleja la mayor o menor posibilidad de que este colectivo
deje de serlo, por encontrar un empleo.
Paradójicamente durante los últimos doce meses en la ciudad
autónoma sólo se ha reducido el número de parados que
tenían, por escasa formación, experiencia o disponibilidad a
viajar, pocas o muy pocas posibilidades de encontrar empleo.
En concreto desde julio de 2008 la cifra de adscritos a un
grado de ocupabilidad muy bajo se ha recortado en 132
personas. El de quienes lo tienen bajo ha caído en 80.
Por contra, el de quienes gozan, a ojos del Ministerio de
Trabajo, de bastantes probabilidades de encontrarlo ha
aumentado en más de 400 personas y el de quienes tenían
muchas ha crecido en 642.
De los 8.863 ceutíes que había en julio en las listas del
INEM el 14% tenía muy pocas posibilidades de encontrar
trabajo; el 35,7%, bajas; el 38,6%, medias y el 12%
restante, altas opciones de entrar en el mercado de trabajo.
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