Es lo que parece que venimos
experimentando cada año, como si una moda especial o un tipo
de deporte se fuera acercando cada vez un poco más, a
ciertos sectores de la población.
Para muchos, antes, tener un perro era una necesidad, para
otros, hoy, tener un “perrito” o una “gatita” es un
capricho, un juego o algo parecido, del que se deshacen de
cualquier forma, si un día les impide disfrutar de unas
vacaciones más llamativas.
Aunque parezca una barbaridad, desde el mes de junio, hasta
ahora, en Ceuta el abandono de estas mascotas se ha
incrementado en un 40% con respecto al pasado año 2008.
Tal es así que la Asociación Protectora de Animales y
Plantas ya ha recogido desde el comienzo del verano, por
encima de treinta perros y unos doscientos gatos.
Algo empieza a fallar, para que se den estas cifras, y es
que el capricho, que no la necesidad, por parte de nenes,
nenas, jovencitos, señoras y algún caballero, cuando tienen
pocas cosas con qué entretenerse, se les vuelve
insoportable, si un día tuvieran que hacer un viaje o si les
surgen unas vacaciones interesantes.
El sacar el perrito a pasear, todos los días, o ir con el
gatito en su cesta, a la reunión con las comadres, se ha
convertido en la moda del buen vivir, o la nueva actividad,
para cuando no hay nada mejor en perspectiva.
Pero luego viene la contrapartida, cuando por necesidad esa
moda del día a día puede ocasionar algún problema, por unos
días o una temporada más larga. Entonces, lo mejor parece,
abandonar la mascota y que sean otros los que se preocupen
del animal.
Esto, de momento, no parece estar sancionado, o sancionado
de verdad, y de ahí ese abandono de cinco o seis gatos al
día, durante el verano, o esos treinta perros, en menos de
dos meses, de los que se han tenido que hacer cargo otros,
como es la Asociación Protectora de Animales y Plantas.
Desde esta asociación, que no tiene ya espacio suficiente,
para albergar tantos animales, se ha dicho que las mascotas
abandonadas de todo tipo, desde animales de raza hasta otros
callejeros, unos pequeños, otros más grandes ..., sin que
condicione nada a la hora de abandonarlos, muy especialmente
en la época de vacaciones.
Y es que yendo a esa carencia o débil sanción, es cierto que
Sanidad, por decirlo de alguna forma, sanciona pero ... de
una manera tan corta que de nada está sirviendo, y a las
pruebas nos tenemos que remitir, cuando cada año va
creciendo más, o se va multiplicando, la cifra de estos
abandonos, con el consiguiente gasto que esto ocasiona, por
el tratamiento que estos animales reciben, una vez que
llegan a la Asociación Protectora de Animales y Plantas.
Así pues, lo primero que allí se hace es desparasitar
interna y externamente a los animales, además de suministrar
las correspondientes vacunas, para que luego estas mascotas
queden como uno más, dentro de la protectora, o incluso
esperar a que sean adoptados por alguna familia,
especialmente por alguna familia francesa.
Y, naturalmente, aunque de poco sirve, se hace la llamada
desde la protección de animales, que éstos, como los seres
humanos, pueden morir de “pena” al verse privados de su
familia.
Es este otro de los problemas que acarrea el nuevo tipo de
sociedad, en la que casi todo vale.
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