La búsqueda de lo que emana la imagen de la mujer cuando
reflexiona en todas sus variantes de carácter, ya sea
reflexiva, rebelde, sumisa, coqueta, sensual... es el ‘leit
motiv’ de la última exposición en el Museo del Revellín, en
donde se agrupan una veintena de las últimas creaciones de
la veterana artista almeriense Lola Alvarado, afincada desde
hace tiempo en la ciudad autónoma de Ceuta, donde cree que
el panorama artístico “está mejorando, a tenor del
movimiento de personas que se ve en las exposiciones y
eventos culturales”, señala. Con un marcado gusto por la
pintura gótica, a la que une la estética andaluz, Alvarado
rinde un homenaje a la mujer y su lucha por la igualdad.
Pregunta.- ¿En un vistazo fugaz ya se puede conocer que
la mujer es el motivo indiscutible de la exposición
‘Lunares-Reflexiones’? ¿Has utilizado algún modelo en
concreto?
Respuesta.- Mis mujeres surgen de la creación más absoluta
de mi imaginación. No hay intermediarios entre mi estado
anímico y ellas. Surgen por casualidad, porque quieren
surgir.
P.- ¿Hay alguna novedad entre las mujeres de esta nueva
exposición y las de las anteriores?
R.- Ahora están dulcificadas, ya no son las mujeres
expresionistas, agresivas. Antes eran menos suaves, más
reivindicativas, coléricas si me apuras. He dulcificado la
forma, pero sobretodo la expresión. Miran más hacia dentro,
hacia los sentimientos, la melancolía, la incomprensión,
pero siempre de una manera dulce.
P.- ¿Y por qué este cambio?
R.- No lo sé. Yo no me lo planteo. Será porque he cambiado
yo.
P.- Su pintura sobre mujeres, ¿enlaza de alguna forma con el
problema del machismo en la sociedad y la violencia de
género?
R.- Creo que ahora que la mujer ha conseguido demostrar que
puede hacer lo mismo que el hombre en la sociedad, debemos
empezar a mirar hacia dentro y ser más tiernas, más dulces,
más cariñosas y suavizar las aristas; pero todavía queda
lucha por la igualdad, si bien ya casi no se discute que es
algo que tiene que ser así, si bien todavía se oyen algunas
cosas que no deberían.
P.- Todas las mujeres aparecen en sus pinturas con los ojos
cerrados, ¿quiere decir algo en concreto?
R.- Remarca esa idea de una mujer que reflexiona, piensa y
eligen ellas mismas su situación. A veces es muy difícil
pararse a reflexionar, porque vamos muy deprisa y no nos
damos tiempo para razonar si estamos haciendo las cosas bien
o mal, si vamos por el buen camino o por el malo; si damos
amor u odio. Hay que reflexionar.
P.- ¿Ha tenido siempre su obra a la mujer como motivo
central?
R.- Normalmente sí, sobre todo lo que ha sido la pintura. Al
principio hacía materías con ventanas, humedades y macetas,
pero ya lo he dejado, porque trabajar con esos materiales
era muy pesado y ya con ciertad edad uno no puede mover los
cuadros con tanta facilidad. Esta es mi tercera exposición
en Ceuta.
P.- Porque usted no es de Ceuta, ¿verdad?
R.- No. Soy de un pueblo pequeño de la Sierra de Cazorla
llamado Santo Tomé.
P.- ¿Cómo acabaste en Ceuta?
R.- Siguiendo a mi marido por motivo de su trabajo, ya que
es funcionario del Estado. Entre traslado y traslado me he
recorrido media España.
P.- ¿Cómo ve el panorama artístico en la ciudad autónoma?
R.- Creo que en Ceuta el interés por el arte está
resurgiendo de una manera maravillosa. Llevo aquí ya 9 años
y yo noto la diferencia de cuando llegué a ahora. Esto va
para arriba. Hay muchos turistas que visitan las
exposiciones y los ceutíes son aficionados a vivir con
intensidad en la calle.
P.- ¿En qué corriente pictórica cree usted que encajan mejor
sus obras?
R.- Tengo una mezcla de muchas cosas, pero la pintura que
más me gusta ahora mismo y que más me influencia, por tanto,
es la gótica-bizantina, pero mezclada con influencias
florentinas y sienense. Los dorados, por ejemplo, viene de
ahí, mientras que la línea fuerte negra y los volúmenes, los
colores planos y la dulzura y la suavidad de las formas de
la cara son góticas, aunque luego tiene mucha influencia
andaluza, como en las vestimentas de las mujeres pintadas,
con esos lunares que se repiten, por ejemplo.
P.- ¿Quiénes son sus artistas de cabecera?
R.- El año pasado estuve en Italia y vi prácticamente todo
lo gótico: Martinelli, Uccello, Paolo de Monaco...
P.- La pintura gótica no se puede decir que esté en auge
entre el arte contemporáneo
R.- No, está como muerta; pero el otro día hoy por la radio
que la próxima pasarela de alta costura de París tendrá una
influencia treméndamente gótica.
P.- ¿Tiene que ver esa corriente gótica y oscura en la
música o en la estética con lo que fue la pintura gótica?
R.- El gótico nunca fue oscuro. Oscuro es lo medieval y el
románico, pero no el gótico. Hay un cuadro de una batalla de
Uccello que tiene unos colores que mezcla rosas con verde y
que parece rabiosamente moderno. Y los retratos de las
mujeres de Occello son de una belleza plástica y una
modernidad increible.
P.- ¿Qué te planteas para la próxima exposición?
R.- Voy a hacer iconografías religiosas con una influencia
bizantina absoluta, con aplicaciones de piedra y todo. Ya
tento tres cuadros terminados. Pero no abandono el tema de
la mujer, porque están las vírgenes como icono religiosa.
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