Desde Nuevas Generaciones del Partido Popular, queremos
hacer eco de la nueva decepción del Gobierno de Rodríguez
Zapatero a todos los españoles, que continúa jugando con la
situación de miles de familias de nuestro país. Aunque
finalmente, tras ver la lluvia de palos recibida tras el
lanzamiento de esta medida estrella (con letra pequeña, no
podía ser de otra manera), y tras la callada por respuesta
del Ministro Corbacho, al cual han tenido que guardarle las
espaldas, Pepiño Blanco, en primera instancia, aferrándose
al argumento del beneficio que tienen las leyes temporales
para unos y el perjuicio que tiene para otros, haciendo gala
de nuevo del rasero con el que mide el gobierno de Rodríguez
Zapatero. Y ayer, por fin, se le encendió la bombilla
(esperamos que sea de bajo consumo, por el hecho de que no
afecte mucho a su gasto energético) a nuestro presidente y
salió en rueda de prensa, anunciando modificaciones en el
famoso decreto de los 420 euros.
Según han informado pomposamente y de manera acrítica todos
los medios, los parados españoles recibirán gracias a
Zapatero un subsidio de 420 euros durante seis meses después
de agotar su prestación.
Oficialmente esta medida beneficiará a 300.000 parados, que
según el ministro Corbacho son los que actualmente están sin
ningún ingreso.
Según las cifras del INEM hay en España 3.544.000
desempleados (contabilizados por el gobierno), a los que hay
que añadir los que el maquillaje estadístico ignora y que si
contabiliza el propio INEM que son 291.000 parados “denos”,
demandantes de empleo No ocupados y otros 201.000 parados
con solicitudes específicas, lo que suma un total de
4.037.791 a 30 de julio.
A 30 de junio de 2009 la cifra de parados cobrando
prestaciones ascendía a 2.592.697 lo que dejaría en estos
momentos a 1.445.094 desempleados sin protección alguna, una
cifra muy superior a las 300.000 que calculan el gobierno y
sus palmeros mediáticos .
Lo que los medios afines al gobierno pasan por alto es que
los únicos parados a los que se beneficiará con esta medida
serán aquellos que hayan perdido el subsidio desde agosto de
2009 y los próximos seis meses y no los que a 1 de agosto
estén sin ingresos, de los que el gobierno se mantendrá tan
indiferente como hasta ahora.
Como dice el decreto del gobierno: “Podrán ser beneficiarios
de este programa los desempleados menores de 65 años que
hayan agotado la prestación por desempleo de nivel
contributivo desde el día 1 de agosto y los 180 días
naturales siguientes a esa fecha y no tengan derecho al
subsidio, siempre que carezcan de rentas superiores al 75%
del salario mínimo interprofesional.”
Si tenemos en cuenta que los desempleados que vayan
quedándose sin subsidio serán unos 50 mil al mes, durante
seis meses serían unos 300.000, cifra que corresponde a la
que prevé el gobierno. Esta cifra además permitirá que las
cifras de desempleados bajen en 300.000 personas de manera
estadística ya que los parados que realizan cursos de
formación automáticamente salen de las listas de
desempleados, lo que permite al gobierno vender falsamente
que sus medidas dan resultado a la hora de reducir el paro.
Si fuese cierta la falsedad que venden los trompeteros del
gobierno, desde este próximo lunes 1.445.000 parados ya
podrían cobrar la prestación, lo que supondría un gasto de
607 millones de euros mensuales, o lo que es lo mismo, 3.600
millones al semestre, que caso de prorrogarse el subsidio
otros seis meses ascendería a 7.200 millones, lo que
supondría comprometer subir otro 6% el déficit público, que
actualmente ya supera el 10% llevando éste a una cifra del
17% , seis veces más de lo que nos permite la Unión Europea.
En el caso además de que fuera posible hacer cursos de
formación para 1,4 millones de personas teniendo en cuenta
que el coste de cada curso es de unos 6 euros por hora
lectiva, dar un curso de 1 mes a cada parado supondría un
coste de 520 euros mensuales, es decir 751 millones de euros
cifra que debería sumarse a los 3.600 millones del coste
semestral de los subsidios. Por supuesto es mejor obviar que
la mayoría de los cursos como mínimo son de 100 horas
lectivas (600 euros por curso) porque en ese caso la cifra
para las arcas públicas sería aún más disparatada
Con todo esto que argumentamos, desde NNGG denunciamos que
con esta medida se lleva a cabo una discriminación positiva
frente aquellos parados que ya han gozado de una prestación
de desempleo. Esta discriminación positiva deja fuera por
ejemplo a parados que hayan agotado su prestación en periodo
de incapacidad temporal en baja laboral, salvo que el RD que
se publique contemple esta opción. Se sigue dejando fuera de
la cobertura social que se propugna a los trabajadores
autónomos. Si realmente se quisiera hacer política social,
esos mismo requisitos de precariedad y desprotección se
deberían haber ampliado a más de los 300.000 autónomos que
han cerrado sus negocios y sólo cuentan en la mayoría de los
casos con deudas a sus espaldas. Se deja fuera de esta misma
ayuda a todos aquellos que reciban otro tipo de subvenciones
por parte de cualquier administración. Caso concreto,
jóvenes que estén recibiendo la renta de emancipación, que
hayan perdido el trabajo y tengan una situación económica
realmente precaria.
Esta ayuda equivale, al fin y al cabo a un cheque de 2.500
euros para las situaciones precarias a efectos legales,
divididas en seis pagos mensuales pero no repesca a todos
los parados que actualmente no tienen ingresos y han agotado
ya la prestación, dado que la fecha de aplicación es del 1
de agosto.
Para que nos hagamos una idea, los primeros parados que
cayeron en esta crisis que ya hayan agotado sus
prestaciones, no tendrán derecho a este subsidio, con lo
cual van a seguir en un alto riesgo de exclusión. Obviamente
se beneficiarán muchas personas, no lo dudamos, pero creemos
que quizá hubiera sido mejor destinar esos 640 millones de
euros al establecimiento de líneas industriales en
poblaciones en donde el paro está haciendo estragos y
filtrando el personal que tenga que entrar a trabajar por
antigüedad de paro y riesgos de exclusión social. En
definitiva invertir en trabajo, trabajo y más trabajo y
dejas de convertir a España en un país de subsidiados. Así
que esperaremos ansiosos las próxima subida de tensión en la
bombilla de bajo consumo de nuestro presidente, a ver por
donde nos sale esta vez.
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