Aquí me tienen, la maestra Pepita,
de dichos muchos, de cultura poquita. Pero, con todo y con
eso, resulta innegable que, la temible pandemia de gripe A
ha distraído mogollón la atención de la crisis. Y el pueblo
soberano (o populacho) al que, por derecho propio y concurso
oposición, pertenezco, se lanza afanosamente a escarbar por
las librerías husmeando literatura divulgativa tipo “La vida
después de la muere” porque es evidente que, si no nos
morimos de hambre por el paro, nos morimos de neumonía por
la gripe A.
Y cuantos más muertos, menos parados. Si no fenecemos
directamente por los efectos secundarios de una vacuna,
diseñada deprisa y corriendo, a la pata la llana, para que,
las multinacionales farmacéuticas se forren los huevos, pero
que no ha dado tiempo a calibrar en cuanto a efectos
secundarios. De hecho, hace uso días leí en algún lugar que,
los efectos de la vacuna, podían ser “raros”. ¿Y qué
significa “raros” en medicina? Vayan ustedes a saber, lo
mismo nos quedamos preñados colectivamente y parimos
siameses, duplicando el número de votantes. Porque, a los
siameses ¿Se les considera con derecho a uno o a dos votos?.
Este tema sí que tiene enjundia en cuanto a defensa de los
derechos civiles.
¿Qué regruñen con caretos de ingenieros nucleares
mileuristas? ¿Qué más enjundia tiene el hecho de que, el
inenarrable Moratinos, dispuesto a fundir alegremente los
dineros del sudor y de la sangre de los españoles haya
donado 28.810 euros a los gays y lesbianas de Zimbabwe? ¿Y
que más poca vergüenza significa el hecho de que no
intervenga la Fiscalía para evaluar y calificar el
dispendio? Natural, la Fiscalía anda enredada mandando
detener a alcaldes y a empresarios y los de la Unidad de
Blanqueo investigan si, los abogados, notarios,
constructores o concejales siameses blanquean a dos manos o
a cuatro manos para redactar sus imaginativos informes e
imputar en conjunto o por separado. ¿Ahora por qué se
dedican a tratar de acertarme con hediondos escupitajos que
pueden estar infectados por el temible virus? ¿Qué por qué
el temible Olivera de la Unidad de Blanqueo no se dedica a
investigar de donde, como y de cuando y de que manera ha
obtenido el Moratinos la partida de los 28.810 euros para
regalar, alegremente, a los de Zimbabwe? Pues porque no hay
nada que investigar, los dineros se los lleva del pan de los
españoles y “eso” no es delictivo, ni constituye
malversación ni despilfarro, es una sencillísima
recalificación de las necesidades de los angustiados
españoles y la recalificación permite, en lugar de construir
“chaleses” en los eriales, empobrecer aún más a los
ciudadanos tirando los dineros. Y no es delictivo. Es
normal. Eres Ministro, se te adjudican unos fondos públicos
y los desparramas como te sale de la punta del cipote. Por
ejemplo, a la Fiscalía no le parece relevante que, el
Moratinos haya invertido 116.000 euros de nuestro dinero en
decorar la casa del embajador en Guinea Bissau, ni ha
entrado la Unidad de Blanqueo en el casoplón para filmar el
despilfarro con las cámaras y pasarle las cintas a las
televisiones. Ni tampoco han irrumpido de madrugada en las
dependencias del embajador de Senegal buscando los 80.000
euros de dineros públicos tirados en “mejoras”. ¿Qué que les
cuento de los 360.000 euros fundidos en coches para once
embajadas? Nada les cuento, tan solo les digo que estamos
solos ante la injusticia y que nadie va a dar la cara por
nosotros, ni a acudir al juzgado de guardia a liar la
mundial. Ya lo decía el genial Bertold Brecha “Aquel juez
era incorruptible, nadie podía inducirle a hacer justicia”.
Pero el hecho es que, además, no hay vacunas y no nos
indican paliativos, por ejemplo empapuzarnos de echinacea y
de propoleo para aumentar las defensas. “No se besen y nada
de besamanos a los santos” Vale, pero ¿Nos vacunamos de la
neumonía colectivamente para paliar el riesgo de
complicaciones si nos alcanza el virus? Por cierto ¿Hay
suficientes vacunas para la neumonía? ¿Cuál puede ser la
interacción entre la vacuna de la gripe normal y la de la
gripe A? Ni repajolera idea, no ha dado tiempo a determinar
efectos secundarios. Por cierto, los siameses tienen derecho
a una sola vacuna. Y Moratinos se plantea destinar una
generosa partida económica para vacunar y desparasitar a los
macacos del Amazonas, compartida con fondos para
infraestructuras de la ONG “Amigos de los guacamayos con
problemas de integración social” Vale, tragamos, pero ¿Qué
pasa con nuestras vacunas?
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