Me preguntaba un amigo, cuál es la
fórmula para acabar con los partidos nacionalista y el
chantaje al que someten por las fuerzas de sus votos. Mi
contestación ha sido rápida, hay una fórmula infalible que
acabaría con toda esa fauna de los nacionalismos
independentistas, enviándolos la ostracismo político.
Consiste en cambiar la Ley Electoral, haciendo que todos los
partidos, con aspiraciones a tener representación en el
Congreso de los Diputados o en el Senado, tengan que
presentarse en todo el territorio nacional, y aquel que no
saque el cinco por cientos de los votos, no tendrá
representación parlamentaria en el Gobierno de la Nación.
¿Por qué no se cambia la Ley Electoral?. Eso, ya no lo se.
De todas formas, mi amigo, todos esos partiditos
nacionalista e independentistas, por vivir en la Península
Ibérica, son “españoles y lusos”, pues les dejan vivir para
ser utilizados como los clínex, usar y tirar, en cuanto
cumplan el papel que les tienen asignado.
Unas vez usados y utilizados, son lanzados al ostracismo
político porque ya no tienen misión que cumplir. En Galicia
el BNG ha pasado a la reserva y difícil tiene el volver a
gobernar. Igual que en el llamado País Vasco, que de país no
tiene nada, el PNV que ha gobernado durante treinta años, ha
seguido los pasos del BNG. Los mismos pasos que va a seguir
ERC en las próximas elecciones, donde el avance de CIU es
incuestionable.
Van perdiendo clientela a pasos agigantados, porque el
personal que quiere vivir en paz, está cansado de escuchar
el lema de estos grupos nacionalista independentistas, “este
es nuestro País o nuestra Nación”. “Nuestro idioma es el que
hay que defender”. “Tenemos que ser independientes, porque
los españoles de España nos odian”. Eso lemas aburren, ya,
hasta las vacas.
Los otros días, Teo Uriarte miembro de la primera ETA y uno
de los condenados en el proceso de Burgos, que después,
contribuyó a la disolución de los “poli milis”, concedía una
entrevista al diario “EL MUNDO” ,que no tenía desperdicios.
Entre sus frases cabe destacar la siguiente: “La vida de los
etarras sirve para que ciertos políticos vivan como Dios”. Y
continuaba diciendo: “ETA ha tenido un gravísimo problema:
el coro político del PNV que le decía: Oye, todavía quedan
muchas cosas, queda la soberanía, quedan un montón de
cuestiones. ¡Mentira!, lo que quedaba era garantizar el
poder para el PNV, y ahí estaba ETA para eso”.
Y a la pregunta ¿Cree que el PNV ha estado utilizando a
ETA?. Él respondía: ”Ha sido clamoroso y brutal. Como
planearse objetivos que eran de ETA para que ETA no tuviera
más remedio que continuar. Y no me refiero sólo al momento
en el que Arzalluz se reunía con los etarras, cuando el
Estatuto, para advertirles que quedaban muchas cosas por
cerrar. Me estoy refiriendo a Ibarrexte cuando planteaba la
soberanía mientras el terrorismo todavía pervive en el País
Vasco”.
Que esto lo diga alguien que ha pertenecido a ETA y, por
tanto, con un gran conocimiento de la misma refuerza mi
criterio que, todos esos partiditos nacionalistas
independentistas, sólo han sido unos “clínex”, para usar,
utilizar y tirar. ¿O no?
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