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sociedad - DOMINGO, 16 DE AGOSTO DE 2009


pizones cruzando la meta. cedida.

 Un tetra campeón de motociclismo
 

Pizones: «He recogido
trofeos con muletas»

Lleva casi diez años compitiendo en
categoría regional andaluza y a nivel
nacional y ha sido campeón en cuatro ocasiones en distintas categorías
 

CEUTA
J. Losan

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Gerardo Pizones, piloto ceutí de motos ‘off road’ se ha alzado con el título de campeón de Andalucía en cuatro ocasiones, culminando así una trayectoria de diez años de competiciones en un deporte de riesgo que le apasiona, como él mismo reconoce, por la adrenalina que se libera. No ha elegido una modalidad fácil de deporte, ya que se enfrenta constantemente a pruebas de gran dificultad. Largos recorridos contra reloj en campos desérticos, poblados por piedras y rocas que dificultan su trabajo, con saltos y desniveles que ponen en riesgo su integridad. En varias ocasiones se ‘ha roto’ alguna pieza del cuerpo, pero siempre se recupera para continuar con un deporte que le apasiona y eso se nota en esta entrevista.

Pregunta.- ¿Cuándo comienza la historia como piloto de motocicletas?

Respuesta.- La competición en serio fue desde el año 2000, aunque desde 1996 ya empecé a participar en algunas carreras sueltas, sin realizar temporadas, más bien para probar y conocer cómo era este mundo tan apasionante. Mi primera participación en serio, en el 2000, fue en el campeonato de Andalucía, con una KTM de 250 centímetros cúbicos y motor de dos tiempos. Fue en la categoría Junior, y con la edad pasé a Senior B y actualmente estoy en la Senior C.

P.- ¿Cómo y por qué nace esa inquietud de competir con moto?


R.- Desde muy pequeñito tuve moto y siempre había querido correr en moto, pero con las circunstancias de Ceuta, a mis padres les daba miedo que yo tuviese moto y más que compitiese con ella. Me compré una enduro en el 92 y desde entonces aumentó la afición por las ruedas de tacos.

P.- Precisamente usted se ha inclinado siempre por participar en competiciones fuera de asfalto, en lo que se denomina ‘off road’, ¿verdad?


R.- Sí, es lo que más me gusta. Es menos peligroso que correr en circuito y velocidad. Empecé con una XR600 haciendo pruebas de enduro y alguna carrera en Marruecos. Así estuve hasta que empezaron a salir modelos más competitivos y yo empecé a buscar algo más aventurero que ir a dar paseos por el campo simplemente.

P.- ¿Le queda algún recuerdo de su primera carrera oficial?


R.- En la temporada 1995-96 hicimos un equipo en Ceuta y nos fuimos a correr una prueba que era de enduro por autonomías en Granada y quedamos entre los seis primeros.

P.- Cuando se vio por primera vez en una línea de salida, ¿qué sintió?


R.- Todo era muy complicado en ese momento. De dar paseos por el campo pasaba a competir con muchos otros pilotos. Ese primer día no llegué a finalizar a tiempo la carrera, pero en el día siguiente sí lo hice y me quedé muy contento. Desde entonces, las he acabado casi todas.

P.- ¿Por qué motivo no se acaba una carrera? ¿Por avería, accidente, agotamiento...?


R.- Lo más común es que los tiempos no salen bien y se llegue al punto de final fuera de crono. También se puede romper la moto o el piloto. Que también me he roto algunas ‘piezas’ del cuerpo.

P.- ¿Le ha ayudado el hecho de tener una empresa que comercializa motos?


R.- Sí me ha ayudado. Compagino mi deporte y mi trabajo. El negocio está orientado a las motos porque me gustan. Tenga en cuenta que el comercio original era de mi padre y no estaba destinado a las motocicletas. Se ha mezclado pasión y trabajo.

P.- ¿Con qué edad se sube por primera vez a una moto?


R.- Tendría seis o siete años. Fue en una Honda QR50, mi primera moto.

P.- ¿Y qué tal aquella experiencia?


R.- Inolvidable, será la moto que más recordaré. Es la sensación de subirte por primera vez, todo es nuevo, sentir la libertad que ofrece...

P.- O sea, que tiene pasión por las dos ruedas casi desde siempre, ¿no?

R.- Sí, y además también he participado en algunas pruebas de ciclismo, también en campo. Me gustan los deportes de riesgo.

P.- ¿Por algún motivo en especial?


R.- No lo sé, supongo que será por la descarga de adrenalina que producen.

P.- ¿Hay más gente como usted en Ceuta?


R.- Sí, pero no se deciden a dar el paso para entrar en la competición, pero hay mucha gente que disfruta de las motos. Eso, a pesar de que aquí en Ceuta nos ponen muchos problemas para poder hacerlo. Y no tenemos un sitio adecuado.

P.- A pesar de todo, hay que recordar que hace algunos años se realizaron en Ceuta dos pruebas de enduro. ¿Estuvo usted allí?


R.- Sí. En la primera ocasión, cuando iba primero de la clasificación se me partió la palanca de cambios y tuve que retirarme. En la segunda vez, me caí en la primera vuelta y me partí un tobillo. Sabía que estaba roto pero me apreté la bota y me subí a la moto. Después de remontar durante toda la carrera conseguí acabar el segundo. Recogí el trofeo con muletas. Mientras el cuerpo aguante, aunque salga maltrecho, no tiraré la toalla.

P.- ¿Necesita algún entrenamiento especial?


R.- Exige mucho. Llega un momento del año que acabas achicharrado. Tengo que entrenar en moto un par de veces por semana, a lo que se suma asistir a un gimnasio para mantenerme en forma. Y además hay que dedicar horas al mantenimiento de la moto y probar distintas opciones para la carrera.

P.- ¿Hace usted el mantenimiento personalmente?

R.- Sí, porque hay que tener en cuenta que en las carreras no se permite la asistencia de mecánicos en las motocicletas que participan, por lo que hay que conocer la forma de reparar casi todo. Un buen piloto de enduro tiene que ser un poco mecánico.

P.- ¿Dónde porta las herramientas en carrera?


R.- Llevo una pequeña riñonera con herramientas básicas, además de repuestos de algunas de las piezas más expuestas a rotura como manetas, palanca de cambio, pedal de freno, bujías, cable de embrague o freno. Cosas para pequeñas reparaciones para salir del paso. Si se rompe un cilindro, por ejemplo, ya no hay nada que hacer.

P.- ¿Alguna vez ha tenido que ponerse a reparar la moto en medio del campo con los demás pilotos pasando de largo?


R.- Algo así. Por ejemplo, en una ocasión se rompió la bomba hidráulica del embrague y llegué fuera de tiempo, con el parque cerrado. Después de cada carrera hay un periodo de quince minutos en el que los pilotos tenemos para preparar la moto para la siguiente etapa. En este cuarto de hora tuve que cambiar el aceite del motor y la bomba de embrague.

P.- ¿Cuántas veces compite en una temporada completa?


R.- Si se trata del campeonato de Andalucía son ocho pruebas de enduro y otras ocho de cross country, aunque también participo dos o tres veces en el campeonato de España. Aparte de eso, en verano hago enduro indoor y dirt track, que es dar vueltas en un óvalo de tierra sin freno en la rueda delantera y con neumáticos lisos de carretera. Y en este verano también estoy montando en moto de agua, en super jet.

P.- ¿También se va a lanzar en el medio acuático?


R.- Por el momento, no, pero eso no quiere decir que el año que viene o más adelante me anime y pruebe suerte también con las motos de agua.

P.- ¿Pertenece a algún club en Ceuta o participa por libre?


R.- Voy por libre. Apenas tengo patrocinadores. Cuento con ayuda del Gimnasio Ateneo y de Abogados Izquierdo y Martín, y mi propio negocio.

P.- ¿Cuánto dinero cuesta competir?


R.- Mucho, porque conforme vas subiendo de nivel, quieres un poco más. Cuando empiezas, por ejemplo, las ruedas las aguantas hasta que llegan a la lona. Ahora, en cuanto el taco se queda un poco corto y ya no agarra en la tierra como tú quieres, los cambias. Así con muchas otras partes de la moto. Eso y la preparación, que entre el precio de la moto y lo que hay que modificar se puede llegar a 20.000 euros.

P.- ¿Necesita una moto nueva cada temporada?

R.- La moto aguanta, pero prefiero comenzar con una nueva, dentro de las posibilidades. La pongo en venta y yo pago la diferencia para la nueva.

P.- ¿Cómo se decide para cambiar de moto?


R.- Estoy muy al día en cuanto a información. Cuando ya sé lo que quiero, pido la moto y me dedico a su preparación. Compito con KTM porque es la marca más fiable, ligero, potente y barato de mantener.

P.- Sé que usted tiene pensado ampliar horizontes en este deporte. ¿Cómo va el proyecto?


R.- Pues bien, este año he estado participando también en el campeonato nacional con la finalidad de obtener suficientes puntos para poder entrar en el equipo que asistirá al próximo mundial de enduro. Lo he conseguido, y en ello ha servido de ayuda mi curriculum de bicampeón de Andalucía en cross country y bicampeón también de enduro.

P.- ¿En qué consiste ese mundial?

R.- Dura seis días de competición con una media de 240 kilómetros de recorrido a lo que hay que sumar dos pruebas especiales más. El último día, la prueba tendrá un recorrido cronometrado de 80 kilómetros y una carrera de motocross. Tienes que aguantar seis días tú solo sobre tu moto, reparándola tú mismo dentro de las posibilidades y el poco tiempo que te dejan para ello. Lo peor será cambiar los neumáticos, porque se tiene que hacer de forma manual. Tendrá lugar en Portugal dentro de un par de meses.

P.- Tiene pinta de ser muy difícil.


R.- Es una prueba de rapidez y resistencia. Se trata de seis días recorriendo caminos de tierra estrechos llenos de dificultades y saltos. Va a ser determinante poder terminar a tiempo las etapas porque se esperan entre trescientos y cuatrocientos participantes. Me conformo con terminar la prueba.

P.- ¿Cuántos kilómetros lleva recorridos, aproximadamente?


R.- Teniendo en cuenta que tengo que entrenar unas dos veces por semana, a lo que se suman los de las pruebas, y los años que llevo dedicado a esto, podría decirse que más de setenta mil kilómetros en cuanto a relacionados con la competición.

P.- ¿Cuánto le cuesta asistir al mundial?


R.- De entrada, 590 euros de cuota de inscripción. Hay que sumar otros casi seiscientos de la licencia internacional de piloto. También tengo que contratar asistencia en Portugal, que son otros mil euros. Desplazamiento hasta Figueiras y diez días de hospedaje, otros mil quinientos euros. También necesito una moto nueva, porque la actual tiene ya un año y no puedo arriesgarme a quedarme en mitad del camino. Y para remate, el material que gaste allí: neumáticos y otras piezas que se desgastarán.

P.- ¿Algún patrocinio para esta prueba?


R.- De momento, ninguno. Si alguna empresa o entidad se anima y me quiere ayudar un poco a cambio de publicidad...

P.- ¿Con qué animo se enfrenta a ello?


R.- Bastante animado, pero sabiendo la dificultad que encontraré. Que 250 kilómetros cada día no es ir a comprar tabaco.

P.- ¿Le veremos algún día en un rally?


R.- ¿El Dakar? Es un sueño para todo motorista. Queda para el futuro.

P.- ¿Cómo lleva su famila esto de jugarse el tipo en cada prueba?


R.- Mi mujer me acompaña siempre, pero mis padres se preocupan bastante. Ellos solamente han venido a verme en una ocasión.

P.- Con las ocasiones que ha terminado lesionado, ¿cómo reaccionaron?


R.- Suelo esperar a contarlo cuando regreso a casa y me ven que estoy entero, con alguna ‘reparación’, pero enterito. Delante de ellos es cuando cuento si me he caído o me ha ocurrido algo. Me suelen decir que cuelgue las botas, pero es algo que llevo dentro.

P.- ¿Se ve usted algún día sin montar en moto?


R.- Sin competir puede pasar, pero sin moto, no.

P.- Para acabar, ¿tiene a mano alguna curiosidad?


R.- Bueno, una entre muchas, una vez que competía en el campeonato andaluz bajo una lluvia bastante fuerte, las motos lanzaban mucho barro. Cuando las gafas se me quedaron tan llenas de barro que me impedían ver, me las quité. Pero, claro, el barro seguía llegando y se me metía en los ojos. Acabé la carrera sin ver, tanto que me tuvieron que llevar a la ambulancia de asistencia y allí me lavaron los ojos. La consecuencia fue que me dañé un poco las córneas. Y como carrera con la mejor victoria, podría contar una reciente, en Osuna, que nada más darse la salida la moto no tira y pierdo un minuto en poder arrancar. Después de dos vueltas consigo remontar y colocarme primero en la clasificación. Después entra agua al cruzar un río y se vuelve a estropear y me pasan todos de nuevo. Después estuve recuperando de nuevo durante dos horas y media. En la última vuelta consigo adelantar al que iba segundo y obtuve el trofeo de ganador.

Le deseamos suerte en el próximo mundial, y que encuentre algún patrocinador para esta aventura.
 

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