La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene preparada una
nueva sorpresa para después de las vacaciones. Según las
últimas noticias al respecto, la DGT empezará en los
próximos meses de octubre o noviembre las pruebas para poner
en marcha lo último en vigilancia del tráfico. Se trata de
un sistema de medición de la velocidad media entre dos
puntos de una carretera. Este nuevo dispositivo se instalará
en el tercer túnel de Guadarrama (Madrid, de 3,1 kilómetros
de largo) y en principio se dará un tiempo a los conductores
antes de empezar a multar.
El sistema es sencillo: en cada carril se instalará una
cámara que fotografiará las matrículas de todos los
vehículos que pasen y las registrará en un servidor con la
hora, el minuto, el segundo y la milésima exactas en que han
sido tomadas. Al final del tramo en cuestión habrá otra
cámara que tomara otra fotografía que también quedará
registrada. Una vez se dispone de las dos líneas de tiempo
el servidor coteja las fotografías y las horas en que se han
hecho y calcula la velocidad media que se ha empleado para
cubrir el tramo. Para evitar desfases los relojes estarán
sincronizados vía satélite.
Si la velocidad media supera el límite establecido para esa
carretera, la infracción se mandará por fibra óptica hasta
el centro de gestión correspondiente. Allí se comprobará que
la información es correcta y luego se reenviará al centro de
tramitación de denuncias de León, desde donde se notificará
al conductor de su infracción.
Este primer dispositivo tendrá un coste de 500.000 euros,
aunque los siguientes verán reducido su precio hasta los
200.000. Los radares tradicionales cuestan unos 60.000 euros
pero sólo controlan un carril. En cambio este nuevo sistema
cubre todo el ancho de la vía y además puede funcionar las
24 horas del día, ya que disponen de infrarrojos.
Precisamente se encuentra en marcha una campaña de control
de velocidad que durará hasta el próximo día 23 de agosto,
en la que desde Tráfico se han añadido 264 radares móviles a
la red de los que ya están instalados en las carreteras.
Se prevé que se comprobarán unos 100.000 vehículos al día y
se espera que con esta medida no se rebasen los límites de
velocidad, especialmente en esta época de vacaciones y
numerosos desplazamientos.
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