Estar en las listas de Asnef-Equifax no es ninguna broma:
cualquier pedido de financiación u operación financiera de
préstamo o crédito será rechazada de forma fulminante. Y no
sólo en los bancos. Financieras, operadoras de telefonía...
Estas y muchas más empresas rastrean en los registros de
RAI, Asnef, BDI, Incidencias Judiciales y EXPERIEAN en busca
de asesoramiento sobre el historial del cliente.
En Asnef es fácil entrar pero el problema es salir aún ya
sin deuda alguna, dado que después de esto se sigue estando
en los registros.
Según la Ley Orgánica 5/1992, tan pronto como se entra en
una lista de morosos, el afectado debe ser avisado en un
plazo máximo de 30 días, para que éste pueda informarse, y
sobretodo ejercer su derecho de rectificación y cancelación.
Puede suceder que una persona se encuentre por error
inscrito en este registro, en cuyo caso el afectado tendrá
que presentar pruebas constatadas por escrito de que no se
adeuda ninguna cantidad y hacerla llegar directamente a la
entidad financiera que le acusa o bien a la Asociación.
Según la Ley, antes de cinco días el dato, si es incorrecto,
será corregido.
Según Asnef el problema que hace que quienes ya han pagado
sigan apareciendo a veces en sus registros está en que las
empresas crediticias no suelen actualizar los datos del
cliente y tampoco se preocupan por informar de su nueva
situación.
Como consecuencia, tiene que ser el afectado quien inicie su
trámite de cancelación del registro, que tiene el derecho de
mantenerle en sus ficheros como antiguo deudor por seis años
como máximo.
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