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Septiembre. Esta es la fecha en la
que, tras más de un lustro de obras (la primera fase de
urbanización se dio por terminada en 2005) y con muchos
proyectos aún por delante, la zona de Loma Colmenar
comenzará a cobrar vida. La apertura de las Consultas
Externas del nuevo hospital, junto con la entrega de las 225
viviendas de protección oficial que la empresa municipal de
la vivienda, Emvicesa, ha levantado en una parcela contigua,
marcan el inicio de un proceso que durará aún muchos años.
Esta zona de la ciudad, junto con la de Huerta Téllez y las
nuevas posibilidades que, a partir también del próximo año,
se abren gracias a los convenios con Defensa, se constituye
como una las pocas oportunidades de expansión de una ciudad
constreñida por la falta de espacio y por la falta de
terreno urbanizable libre.
Además de estas posibilidades de expansión, la urbanización
de Loma Colmenar se presenta como una excelente oportunidad
de llevar a cabo un proyecto de ciudad ordenado y completo.
Junto a los equipamientos sanitarios, verdadero eje de la
primera fase, representado por el nuevo hospital
universitario, la construcción de viviendas, hasta un total
de 1.800 previstas por la sociedad promotora, la Entidad
Pública Empresarial del Suelo (SEPES), se complementarán con
otro tipo de dotaciones. Colegios, guarderías, instalaciones
deportivas, otros centros de salud, espacios libres...
habrán de proyectarse a partir de ahora para completar la
edificación y dotación de este área, casi una nueva ciudad
en sí misma.
En la segunda fase de urbanización está previsto por su
parte un nuevo polígono industrial, separado de la zona
residencial por un cinturón verde, y por ella pasará una
infraestructura fundamental también en proyecto, como es el
enlace viario puerto-frontera.
Poco a poco, estos proyectos van tomando forma y, de aquí a
final de año, pasarán de ideas y previsiones a
materializaciones, todo un hito, sin duda, en una
planificación a largo plazo.
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OPINIÓN / EDITORIAL
