Sol y playa, deporte y riesgo, sentido y sensibilidad,
diversión y trabajo, convivencia y humanidad. Todas estas
palabras han caminado juntas durante cinco días para que los
participantes del I Intercambio Juvenil Europeo hayan
conseguido romper las etiquetas que traían colgadas sobre
Ceuta y los tópicos sobre la desconocida cultura musulmana.
Una experiencia piloto que ha acogido la ciudad autónoma
donde los ritos y costumbres de las cuatro culturas han
adquirido gran valor para italianos, griegos, rumanos y
ceutíes que han sabido comprender y abrazar el concepto de
interculturalidad. “La verdad es que ha sido muy
gratificante, más de lo que esperábamos. Todos los objetivos
se han cumplido y estamos muy orgullosos del trabajo que se
ha realizado por parte de todas las personas que han estado
24 horas al día pendientes de que todo se hiciera realidad.
Sobre todo, porque muchos de ellos mostraban cierto rechazo
ante lo desconocido y ahora les ha encantado todo lo que
durante estos días les ha rodeado”, valoró Adriana Trujillo,
una de las creadoras ceutíes del proyecto.
Aunque todas las culturas les han parecido atractivas a la
par de sugerentes, la gran sorpresa para ellos ha sido la
hindú y sus divinidades religiosas y místicas. Pero el gran
impacto para los rumanos ha sido la cultura musulmana. “A
pesar de que ha sido mi tercer intercambio, este me ha
encantado porque en mi país todos somos cristianos y
católicos, ningún musulmán, es diferente a España con lo
cual todo ha sido nuevo para mí. Ceuta me ha parecido muy
interesante y linda por su mar, su sol, sus playas”, confesó
Georgi Frincu, participante rumana.
La integración ha sido otro de los detonantes para que estos
jóvenes se conviertan en embajadores de nuestra ciudad allá
por donde vayan, tal y como expresó durante la presentación
del proyecto la consejera de Juventud, Deportes y Nuevas
Tecnologías, Kissy Chandiramani. “Me ha gustado cómo se
integran los pensamientos entre las diferentes culturas y se
respetan en la convivencia. Ceuta está estereotipada porque
en un montón de países creen que al ser la frontera de
Marruecos, está dentro de él. Además, miras en Google y lo
que veses Marruecos, no España por eso no se la identifica”,
concretó Gabriele Ottano, participante italiano.
Decir adiós no es lo mismo que el hasta luego y por el
momento, todos ellos le han hecho un guiño a esta última
expresión. Ceuta llevarán como bandera y la universalidad
como definición de sus ciudadanos.
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