Miembros de todas las comunidades religiosas de Ceuta:
cristianos, musulmanes y hebreos, fueron invitados a
participar en la tarde de ayer a una de las más importantes
festividades del calendario hindú, la celebración de
Janmashtami, que conmemora el nacimiento del dios Krishna,
hace 5.000 años en el norte de la India. Con una ceremonia
basada en una ofrenda de alimentos y arroz al fuego sagrado,
el Sacerdote hindú Juan Carlos Ramchandani condujo al grupo
de asistentes a la purificación del cuerpo, la mente y el
espíritu propia de estas tradiciones. “Mi intención a lo
largo de estos años celebrando Janmashtami es que la
festividad fuera siempre abierta a todo el mundo sin
distinción de raza o credo. Por supuesto siempre pido
respeto y que todo el mundo se sienta bienvenido a la
ceremonia”, explica Ramchandani, que considera fundamental
explicar claramente el significado del evento y cada uno de
los rituales que se celebran en él. “Los invitados siempre
participan en la ceremonia y todos quedan muy satisfechos
espiritualmente, fascinados por el color, olor y sabor de la
celebración de Janmashtami”, afirma.
La gran mayoría de las festividades hindúes se rigen por el
calendario lunar, llamado Vikram-sambat, por lo que cada año
las festividades se celebran en diferentes días si se
comparan con el calendario occidental. Janmashtami, que
conmemora la aparición del Señor Krishna, combina dos
palabras sánscritas: janma y ashtami, que significan
‘nacimiento’ y ‘octavo día del calendario lunar’, el día en
que Krishna (Dios) se manifiesta en este planeta. Según la
tradición hindú Krishna apareció el octavo día de cuarto
menguante de la luna, en el mes de Bhadra (correspondiente a
agosto/septiembre del calendario occidental) en la ciudad de
Mathura, al norte de la India, hace 5.000 años.
Como parte de las celebraciones, los devotos ayunan hasta la
medianoche, momento en el cual Krishna aparece. Durante el
ayuno el devoto trata de recordar a Krishna y sus
actividades trascendentales mediante el canto de bhajans
(canciones devocionales), lectura de los textos sagrados y
preparando el templo para la celebración.
La comunidad hindú comenzó a celebrar la festividad de
Janmashtami en Ceuta hace ya más de 25 años. Al igual que en
muchos otros maíses occidentales, desde principios del siglo
XX la tradición se extendió con la llegada de los primeros
inmigrantes, por lo que hoy esta fecha se celebra en
numerosos países del mundo hoy en día. En la ciudad de
Ceuta, no fue hasta 1985 cuando se comenzó a celebrar de
forma pública por gran parte de la comunidad hindú gracias
al promotor y organizador Hari Narayana Dasa, un comerciante
hindú y devoto vaishnava que llegó a nuestra ciudad hace más
de 60 años.
El actual sacerdote que conduce la ceremonia, Juan Carlos
Ramchandani, empezó a participar en la ceremonia con apenas
15 años y desde entonces, siempre la ha celebrado este
evento, que ahora organiza en las dependencias de su centro
Dharma Yoga.
El ritual
La ceremonia de Janmasthtami da comienzo aproximadamente con
la caída de la noche. Se da una breve charla introductoria
sobre el significado de Janmashtami, el propósito de la
aparición de Krishna y las ceremonias que se van a realizar.
Después se comienza el homa (la milenaria ceremonia de
fuego) donde se hacen oblaciones al fuego sagrado de ghi
(mantequilla clarificada) y granos de arroz y se entonan
oraciones sagradas de los Vedas (textos sagrados). Más tarde
se realiza el abhishek o baño ceremonial, donde las deidades
de Radha y Krishna son bañadas con Panchamrita, las cinco
sustancias auspiciosas: leche, yogur, ghi, agua azucarada y
miel. Al final se lleva a cabo un Arati o ceremonia de
adoración donde se ofrecen a las deidades diferentes
artículos como incienso, fuego, agua, flores y abanicos. El
colofón de la celebración es la degustación del banquete
vegetariano que se distribuye entre todos los asistentes.
Los alimentos que se reparten han sido ofrecidos y
bendecidos previamente en el altar, volviéndose Prashad o
misericordia de Dios.
“En estos cinco últimos años celebrando Janmasthtami en el
Centro Dharma Yoga, hemos tenido la fortuna de contar con la
presencia de hindúes, cristianos, musulmanes y hebreos. Este
tipo de actos ayudan a crear un puente de entendimiento y
respeto mutuo entre las diferentes culturas religiosas y
étnicas, sin imposiciones ni afán de proselitismo”, opina
Ramchandani, que compara el nacimiento de Krishna con la
Navidad cristiana. El sacertote, recordando las palabras de
un santo hindú, opina que compartir celebraciones como ésta
puede ayudar al entendimiento entre culturas: “me postro
ante este símbolo religioso que no es el mío (al pasar por
una iglesia) pero en él puedo ver que también se manifiesta
Dios, lo llaman de forma diferente a la que estoy
acostumbrado, pero entiendo que también se dirigen a un
mismo Dios y esto refuerza mi fe en mi propia tradición
religiosa, y a comprender la universalidad de la
espiritualidad a través de diferentes caminos hacia Dios”.
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