Cuando a principios de los años 60 Claudio y Fructuoso
Pérez, padre e hijo, decidieron poner en marcha Almacenes
Madrid en la Calle Real, número 9, nunca se habrían
imaginado que su pequeño emporio llegaría hasta nuestros
días con la inauguración de una nueva tienda, esta vez
dirigida al público infantil. Por entonces se vendían sobre
todo telas para que la gente hiciera en sus casas la ropa.
Les fue bien y decidieron ampliar el negocio, esta vez
centrándose en otro tipo de artículos de textil.
Abrieron varias tiendas multimarca, en concreto de marcas
tejanas. La primera fue ‘October’ en Serrano Orive, ‘Caché’
en González de la Vega y ‘La Meca’ en Camoens, 6. Ahora la
toca el turno a ‘La Meca Niños’ en Cervantes, 18. El
encargado de ambas Mecas, Pipo, explica que su suegro,
Manuel Visiero Muñoz, el empresario que sucedió a su también
suegro Claudio Pérez, decidió hacer caso de las peticiones
de sus clientes habituales que le pedían cubrir un mercado
para ropa infantil similar a la que usaban ellos. Una ropa
distinta, que no se encuentra en cualquier parte, de buena
calidad y con el sello de exclusividad impreso en cada marca
que comerciualiza.
De generación en generación
“Nuestros clientes se convirtieron en padres y querían
trasladar su estilo a sus propios hijos”. Ayer numerosos
clientes, compañeros y amigos de los responsables, se
reunieron en el nuevo establecimiento para celebrar su
inauguración. Un espacio minimalista, salpicado de
estrellas, espirales y luces de colores e inspirado en los
más pequeños recoge una docena de marcas exclusivas desde
Gant a Pepe Jeans, pasando por Levis, Loys, Desigual, Tommy
High Fire o Pan y Chocolate. Y una amplia oferta de
artículos: desde vaqueros a mochilas o camisas para niños
desde 3 meses a 16 años. Ir diferente es posible. Y también
es posible algo que también solicitaban los clientes: poder
vestir a sus hijos con los mismos estampados y ropa que
usaran ellos.
Es arriesgado abrir un comercio tal y como estamos hoy en
día inmersos en un período de crisis. “Porque se nota, no
vamos a engañarnos, pero realmente nos hemos lanzado porque
no importa la época. Abrir negocio es como tener un hijo,
nunca se sabe como te va a salir”, comenta Pipo. Confían en
su clientela habitual, sobre todo ceutíes que han confiado
en ellos desde el principio “y a ellos nos debemos, aunque
también es verdad que tenemos buenos clientes del norte de
Marruecos, pero los habituales son los ceutíes”. Ahora,
tienen más donde elegir.
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