La residencia de Nuestra Señora de los Ángeles, de Cruz
Blanca, tiene sus puertas cerradas debido a las obras que se
están realizando para la instalación del ascensor que
facilitará el tránsito de los usuarios por las cinco plazas.
Los mayores, de manera temporal, han sido desplazados hasta
la casa del Príncipe por seguridad y eficacia durante el
proceso.
Más de cuarenta mayores están residiendo junto a los
enfermos psíquicos que atiende diariamente Cruz Blanca en la
residencia del Príncipe desde hace varios días.
¿El motivo?. Las obras que se están llevando a cabo en la
residencia de Nuestra Señora de los Ángeles para poner en
marcha un ascensor que comunique las cinco plantas y
facilite el desplazamiento de los ancianos, sobre todo, los
de mayor grado de dependencia. “Esta es la primera fase de
las obras que tenemos previstas pero estamos a la espera de
tener liquidez porque son bastante caras a pesar de que
tenemos un presupuesto de un millón de euros pero no
contamos con él”, explicaron desde Cruz Blanca.
El elevador ha sido el fruto de varios telemaratones que la
entidad social lleva a cabo en varios momentos del año en el
que los dulces artesanos se pagan con cifras simbólicas de
la ciudadanía. “Su instalación ha tardado mucho por
cuestiones burocráticas de permisos y problemas de obras.
Pero ya tiene color”, argumentaron.
Desde la entidad pretenden incrementar el número de plazas
en dicha residencia. “Actualmente atendemos a unas cuarenta
personas y nos gustaría incrementarlas hasta más de
cincuenta. Pero habrá que esperar hasta que veamos las vías
de financiación”, sintetizaron. Una remodelación en la
residencia de El Sardinero que además incluiría una
especialización por plantas, con zonas de ocio comunes pero
también salas particulares para aquellas personas con mayor
grado de dependencia.
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