Los comerciantes de la Plaza Vieja no han decidido todavía
qué utilidad se le va a dar a la calzada que va a quedar
como resultado de las obras que Obimace está llevando a cabo
allí. El responsable de Equipamientos Urbanos aseguró que la
decisión recae en los propietarios y que serán ellos quienes
tomen la última decisión. Hasta el momento, sólo se han
terminado las obras de la acera.
Hace unas semanas, los comerciantes de la Plaza Vieja se
reunieron con el viceconsejero de Equipamientos Urbanos y
Dotaciones, Gregorio García Castañeda, para quejarse por la
lentitud de las obras. En esa reunión, también transmitieron
a Castañeda su inquietud por la utilidad que se le va a dar
a la parte destinada al tráfico rodado dentro de la plaza.
El proyecto contempla un espacio de aparcamientos delante de
los locales, con varios puntos reservados a los
discapacitados físicos.
A día de ayer, uno de los propietarios comentó que los
comerciantes van a celebrar otra reunión en los próximos
días para decidir qué uso se le va a dar. “No queremos
coches abandonados y lo más probable es que pidamos que los
aparcamientos sean para carga y descarga o para clientes que
vengan a hacer la compra y se marchen, pero nunca para que
se queden los vehículos aparcados de por vida, porque nos
perjudicaría”, comentó.
Castañeda aclaró que son los comerciantes quienes van a
decidir: “Nosotros empezaremos ahora con la restauración de
los arcos de entrada, a la espera de lo que nos digan. Ellos
saben que tienen la última palabra”, terminó.
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