El Servicio Marítimo de la Guardia Civil ha incautado el
mayor alijo de droga de los últimos años después de
interceptar, tras una hora de persecución, a una semirrígida
en aguas del Estrecho con cuatro individuos a bordo y con
153 fardos de hachís que pesaron 4.650 kilogramos. La
actuación del instituto armado se produjo cuando se detectó
la presencia de una embarcación en el radar que se movía a
gran velocidad. En colaboración con la Guardia Civil de
Algeciras, la Patrullera con base en Ceuta pudo alcanzar con
éxito a los narcotraficantes y traerlos escoltados con otra
lancha de la Benemérita. EL PUEBLO fue testigo desde el
primer momento.
Más de 4’6 toneladas de hachís ha incautado el Servicio
Marítimo de la Guardia Civil después de una operación de
persecución de más de 45 minutos por aguas del Estrecho para
interceptar a una espectacular semirrígida de 13 metros de
eslora con cuatro individuos en el interior (dos marroquíes
y dos portugueses) que llevaba dirección Norte-Noroeste.
Sobre las 5’30 de la mañana de ayer jueves y durante un
servicio de vigilancia ordinario, la patrullera de la
Guardia Civil con base en Ceuta detectó la presencia en el
radar de una embarcación que se movía con rapidez por aguas
del Estrecho de Gibraltar.
La decisión de “a por ellos” fue inmediata. La luz del
amanecer se hacía sitio entre la casi ya extinta madrugada y
los patrulleros del Estrecho tomaron rumbo Norte-Noroeste
hacia donde marcaba el punto detectado en el radar. A toda
máquina hacia la embarcación lograron darle alcance visual
relativamente pronto pero los perseguidos viraron al oeste
para intentar sacarse de encima la presión de la Benemérita.
Llevaban cuatro motores de 250 cv cada uno pero demasiado
peso “iban cargados hasta las trancas”, comentaba un agente
del Servicio Marítima ya en tierra.
Con señales luminosas y acústicas más la acción de los
agentes -jugándose el tipo- pegado a la borda de la
patrullera lograron reducir a los narcos a los que avisaron
de próximo abordaje. Casi tres cuartos horas después de las
maniobras de acercamiento y persecución, a unas seis millas
de Tarifa -dijeron fuentes del Servicio Marítimo-, culminó
la operación con la detención de los tripulantes y poniendo
de nuevo la proa hacia Punta Almina en dirección a Ceuta
remolcando la semirrígida de 13 metros de eslora y casi 4 de
manga. Otra embarcación de la Guardia Civil había salido en
apoyo de la patrullera para acompañar el trayecto y
custodiar a los cuatro detenidos. Sobre las 09’00 horas de
la mañana la Patrullera del Instituto Armado y la
embarcación de apoyo entraban por la bocana del Puerto
Deportivo, donde se enuentra la base del Servicio Marítimo,
trayendo consigo remolcada la semirrígida de los
narcotraficantes ya reducidos y esposados en el interior del
patrullero.
Esposados y tumbados en el suelo, los detenidos aguardaban a
que se desarrollara las maniobras de atraque y amarre tanto
del patrullero como de las dos embarcaciones (la de la
Benemérita y la de los narcos). Una vez concluidas las
mismas los cuatro detenidos fueron identificados en el
interior de las dependencias de la Guardia Civil mientras se
procedia al recuento del material incautado: 153 fardos de
hachís de unos 30 kilos de peso cada uno aproximadamente que
dieron en su conjunto en la bácula un peso de 4.650 kilos.
Además quedaron decomisados la semirrígida, otra lancha que
mantenían desinflada en el interior, GPS y varios teléfonos
móviles que ahora han caído en manos de la Brigada de
Policía Judicial que investiga los contactos de los narcos.
Los detenidos, con edades comprendidas entre los 23 y los 40
años, son dos ciudadanos marroquíes y otros dos ciudadanos
portugueses. Es la primera vez que se detectan narcos lusos
en estas aguas por lo que se puede deducir que podría estar
abriéndose una nueva ruta entre el norte de Marruecos y el
sur de Portugal. La embarcación interceptada podría haber
llegado al Algarve portugués
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