Así, “Actos infames”
entrecomillaba hace muy poco el diario La Razón las palabras
de Mariano Rajoy refiriéndose a las detenciones de cargos
del PP de Palma. Detenciones televisadas. Natural. ¿Qué es
lo que reclama Mariano Rajoy? Desde hace unos años la moda
policial y judicial española, dentro de la moral del “Aquí
hay tomate” ha sido someter a los detenidos, a cualquier
detenido, al escarnio público y a la humillación más
absoluta.
Y el Partido Popular, en la oposición, jamás se quejó, ni
puso el grito en el cielo, ni invocó el inexistente
principio de presunción de inocencia (como verán utilizo
letra minúscula). El PP no mostró la menor sensibilidad ante
la ordalía a la que han estado sometidos, sistemáticamente,
todos aquellos que se han visto implicados, no en asesinatos
en serie, ni en actos terroristas, ni en repugnantes asuntos
de pederastia, sino en temas estrictamente económicos y
urbanísticos. ¿Se rasgaron los Populares las vestiduras
cuando el alcalde cateto de Alcaucín fue televisado con
grilletes con la acusación de haber construido “chaleses” en
los eriales y dado de trabajar a las criaturas? Ni puto
caso. ¿Alzó la voz reclamando un trato humanitario y
denunciando las condiciones atroces de los inmundos
calabozos policiales donde arrojaban a los detenidos y
detenidas en las macrooperaciones publicitarias? No. El PP
“hasta ahora” no se había enterado de que se apuran las
setenta y dos horas de detención antes de llevar ante el
juez a unos desdichados que, pueden ser trajinosos, pero no
peligrosos, que pueden ser listillos, pero no asesinos
sanguinarios.
Rajoy y sus muchachos vivían en una especie de limbo
jurídico, aplaudiendo encantados las iniciativas de la
alcaldesa de Marbella, cuando trataba de manipular las
decisiones judiciales montando manifestaciones ante las
libertades provisionales de “los malayos”. ¡Que justiciera!
¡Que simpática! Y más tarde se embelesaban, con una pizca de
malicia y de travesura cuando, la misma alcaldesa, enviaba a
sus abogados a la Audiencia Nacional a revolver para que
modificaran la situación personal de Juan Antonio Roca, en
libertad con una fianza y conseguir que el juez triplicara
la cuantía : tres millones de euros por la libertad. Para
meter en la cárcel al ex alcalde de Marbella, culpable
directo y absoluto de todos los males de esa ciudad, que
gobernó y en la que hizo y deshizo durante los largos años
en los que ocupó el sillón consistorial. ¿Qué dicen ahora
mirándome con infinita aprensión? ¿Qué fue Jesús Gil y no
Juan Antonio Roca el todopoderoso alcalde de Marbella? ¡Psss…!
¡Gil no existe ni ha existido! ¿Han vuelto ustedes a
escuchar alguna alusión a su persona o a la de sus
todopoderorísimos familiares? ¡Psss…! ¡Ni la justiciera
Alcaldesa de Marbella se refiere a él! Ni se empeña
denodadamente en hacer las cuentas a sus descendientes,
cónyuge y afines. Porque los herederos de Gil no son la
indefensa María Rosa Jimeno, discreta esposa de Roca, con
sus niños, María, la adolescente que fue detenida en su
colegio por orden del jueztorres y arrojada a los calabozos
y Juanan al que intervinieron los dinerillos de los estudios
y que ha aprobado la selectividad a la primera. Los Gil son
mucho Gil. Así que, mejor no “meneallo” y olvidar. Y omitir.
Y no darse por enterados. Y permitir que la alcaldesa se vea
publicada proclamando ufanamente “que ha metido a Roca en la
cárcel”. ¿Manipulan por un casual los políticos a la
justicia? ¿Permitió Rajoy, asistió pasivamente a las más
infames tropelías de detenciones con televisiones avisadas
por la policía y el juez para iniciar los temibles “juicios
paralelos” en las tertulias televisivas más pestilentes? Sí.
El PP lo permitió. Y no alzó la voz pidiendo, exigiendo,
garantías para los detenidos ni un trato humanitario para
las criaturas. ¿Qué reclama ahora Rajoy? Los peperos han
sido palmeros y copartícipes silenciosos y complacientes del
más brutal resquebrajamiento del Estado de Derecho para dar
paso a un Estado Policial diseñado para amedrentar y
machacar al contrario o al incómodo. ¿De qué coño se queja
Rajoy si lo ha venido permitiendo hasta ahora? Claro, claro.
No es lo mismo que enchiqueren a la Pantoja, vendan sus
fotos policiales y detengan indiscriminadamente a mujeres e
hijas inocentes en “Operaciones Político-Policiales” qué que
les toque “a los de uno” chupar reja y mearse por las
esquinas de los calabozos. ¡Que no dejaron a los de Palma
“ponerse la mudita limpia” para comparecer arregladitos ante
el juez! Yo he visto a criaturas estar tres días sin comer
en los calabozos y pasar ataques de pánico a pelo, tiradas
como perros. Soy del PP. Voto al PP. Pero soy antes española
y cristiana. Y persona que trata de vestirse por los pies.
Por eso digo: Rajoy, ahora los “actos infames” te han tocado
a ti. Jódete y aprende.
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