De gigantesco podemos catalogar el
paso dado por el gobierno vasco en su lucha contra el
terrorismo. Cuando ni tan siquiera se han cumplido los cien
días de la llegada de Patxi López al poder, por vez primera
el departamento de interior, se ha comprometido con la
recuperación de los espacios públicos para los demócratas y
la eliminación de todo signo y apoyo de los violentos.
Ha sido mucho el tiempo que los proetarras han hecho lo que
les ha venido en gana, envalentonados, haciendo ostentación
de sus símbolos y reventando son sus manifestaciones todas
las fiestas celebradas en el País Vasco. Mismamente el
Gobierno vasco impidió una manifestación en San Sebastian
convocada por la ilegalizada Batasuna bajo el lema” ¡STOP al
estado de excepción! ¡Euskal Herria tiene la palabra y la
decisión!. ¿De qué estado de excepción hablan, viviendo en
un a democracia?. La palabra no la tiene Euskal Herria. La
palabra la tiene el pueblo que ha votado mayoritariamente
por la paz y la concordia. Un pueblo que está asqueado de
tantas muertes inútiles.
Cuánto tiempo se hubiese ganado, si en lugar de hacer la
vista gorda, mientras los radicales se manifestaban, se
quemaban cajeros y autobuses se hubiese combatido a ETA en
las legislaturas en que ha gobernado el Ibarreche. Hay que
recuperar, por le bien del pueblo vaco todo ese tiempo
perdido, recuperando la convivencia cívica.
Y mientras esto pasaba en el País Vasco el asesino, de Juana
Chaos, de más de una veintena de personas entre ellos varios
niños era agasajado en Belfast como “preso político”. ¿De
qué “presos políticos”, en un país demócrata, hablan estos
indocumentados. Tan asesino es el que mata como el que
aplaude esa matanza y da cobijo a unos asesinos.
El personajillo, Emma Clancy, dijo: “Nuestra intención” a
favor de De Juana Chaos, “es que Irlanda del Norte sea un
lugar seguro para los refugiados políticos vascos”. Esta
gilipollas no se entera de nada. A ver cómo te lo explico,
para que tu cortita mente entienda que no son refugiados
políticos que son simplemente asesinos de personas
inocentes. Pregúntale a tu protegido, De Juana Chaos, por
qué no tuvo el suficiente valor para hablar de esas más de
una veintena de personas inocentes, a las que mató, sin
razón alguna. Seguro que de ese episodio macabro, de la
muerte de todos esos inocentes a los asesino no contó nada a
los presentes.
Qué hubiese pensado la audiencia de conocer semejante
asesinato. Creo que de conocerlo y haber tenido un mínimo de
conciencia, la mayoría de los presentes se hubiesen
marchado. A no ser, que en fondo, la audiencia hubiese
estado compuesta por gente que disfruta matando a seres
inocentes incluidos aquellos niños a los que mató ese
asesino.
Por cierto, “los derechos humanos, señora mía, no son un
cuento chino en España”. Su hubiese sido “un cuento chino”,
este individuo no hubiese hecho dos huelgas de hambre y,
probablemente, de serlo no estaría este asesino contando sus
mentiras en Irlanda del Norte.
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