Los bomberos llegaron bien a tiempo para evitar que el
fuego, iniciado en dos montículos de paja perfectamente
preparados al efecto, se extendiera colina arriba donde a
sólo cuarenta metros se hallan las casas de la parta baja de
la barriada O’Donnell. En sólo cinco minutos las llamas
quedaron totalmente extinguidas.
Un nuevo fuego intencionado fue extinguido ayer por los
agentes del Cuerpo de Bomberos de la Ciudad Autónoma con
cierta facilidad dada la rapidez en la llegada tras el aviso
y del despliegue de las mangueras. El suceso ocurrió en
torno a las 21’00 horas en Martínez Catena, concretamente,
en los bajos cimentados desde donde parte la colina que sube
hacia las casas de la barriada O’Donnell -próxima a Juan
XXIII-. Allí los bomberos se encontraron ardierdo dos
montículos de paja preparados al efecto justo a los pies del
monte “con la intención de que por el viento de Levante se
extendiera hacia arriba”, adujeron los propios agentes.
Otra vez, la rapidez fue vital para atajarlo a tiempo.
Después de los últimos sucesos de índole similar en el
último mes y medio puede lanzarse la hipótesis de la
existencia de peligrosos juegos pirámanos.
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