El avance para la implantación de la ‘Escuela 2.0’
propiciado por el Ministerio de Educación ha sido notable
habida cuenta de que han transcurrido dos meses y medio
desde el anuncio de Jose Luis Rodríguez Zapatero de la
puesta en marcha de este programa. No obstante parece que
todavía queda un poco lejos el ver todas las aulas de una
comunidad autónoma pobladas con ordenadores y red wi-fi. Al
mismo tiempo quedan en el aire una serie de incógnitas que
tanto el Ministerio de Educación (caso de Ceuta y Melilla)
como los Ejecutivos autonómicos deberán ir despejando.
Uno de los interrogantes se enmarca en la cuestión
económica. La Administración General del Estado va a liberar
casi 100 millones de euros para costear el equipamiento y la
formación del profesorado. Las comunidades habrán de correr
con otra gran parte también para gastos. Pero ¿y las
familias? ¿Tendrán que pagar los padres algo para que sus
hijos tengan un ordenador como herramienta para el
aprendizaje en el aula?
Hay más. Hasta ahora el Ministerio de Educación ha hablado
en términos de “ordenadores ultraportátiles”. Ello confiere
a los terminales la posibilidad de moverlos fuera del aula.
Pues bien, aún teniendo claro que la gran mayoría de los
estudiantes posee una computadora en sus casas, si
desarrollan un trabajo con un terminal en clase, lo normal
es que si por la tarde se continúan las tareas se deba
seguir con el ordenador de la escuela. Por ello surge el
interrogante acerca de la posibilidad de llevar a casa el
ordenador proporcionado en el colegio al estudiante.
El tenor literal de la intervención del presidente del
Gobierno en el debate sobre el estado de la nación indica lo
siguiente sobre este interrogante: “Cada alumno tendrá su
propio ordenador personal portátil, con el que podrá
continuar trabajando fuera del aula, haciendo sus deberes en
casa”. De esta forma parece entenderse que los terminales
serán todos portátiles y que el alumno estará facultado para
sacarlo del aula, con sus ventajas e inconvenientes.
El Ministerio de Educación sigue al pie de la letra el
posicionamiento manifestado por Zapatero por entonces. Así,
según la información recabada por EL PUEBLO de fuentes
ministeriales, el objetivo es que la computadora pueda
llevarse a casa, pero antes de ofrecer esa posibilidad se
trabaja para concretar un seguro o una garantía contra
roturas y averías de los mismos.
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