Difícil lo van a tener los
espacios y las paginas deportivos, hasta el comienzo de la
competición liguera, tras haberse terminado el verdadero
culebrón del verano en los tratos Liverpool – Real Madrid –
Xabi Alonso.
El que el jugador vasco, por fin, haya firmado por el equipo
merengue, deja en el más completo aburrimiento a todo lo
deportivo durante unos días, salvo que aparezca algo
inesperado, o salvo que se inventen otra compra u otra venta
que, de momento, no está programada.
¡¡La cantidad de tinta que se ha vertido!!¡¡ La cantidad de
minutos en radio y en televisión que han llenado esas,
aparentemente, tensas relaciones entre el equipo inglés o,
para ser más exactos, su entrenador y el círculo madridista,
hasta que el pasado martes se llegó al final, con la
contratación del jugador que, para algunos, va a significar
la panacea madridista. Habrá que verlo.
Pero lo más curioso de todo este “parto de los montes” es
que ha sido atendido, con sus propios intereses
empresariales, de forma muy distinta, por los dos grandes
periódicos deportivos, Marca y As.
Uno y otro jugaron sus bazas. Ambos iban en busca de la
misma noticia, pero por caminos e intereses, a veces,
encontrados, hasta que con el final del fichaje ambos
llegaron a encontrarse, pero no a entenderse.
Este fichaje, 30 millones de euros, otra gran oportunidad
para que Laporta y sus coros hablen de despilfarro, ha sido
bien acogido por todos, bajo el prisma de que era lo que
necesitaba el Madrid. Cuando pase un mes ya veremos si esa
era la auténtica necesidad blanca para poner en
funcionamiento una máquina que sigue engrasándose en la
pretemporada.
Lo que no sé es a qué se debe ese interés tan grande para
que se fichara, especialmente, por uno de los grupos de
prensa más poderosos del país, cuando, sin negar que se
trata de un gran jugador, no es titular indiscutible en la
Selección Española, no era titular absoluto en el Liverpool,
posiblemente por las discrepancias con Benítez, y no se
trata de ningún joven, puesto que ya está en 28 años, una
edad idónea, es cierto, para competir, pero cada día tirando
un poco hacia abajo, especialmente desde los 30.
Lo que sea sonará, que decían las viejas de mi pueblo, y lo
que sí ha sonado ya ha sido ese gasto de 254 millones de
euros gastados, para hacer un equipo competitivo, pero con
pocas entradas de dinero, por cuanto las salidas, todavía,
no se han producido en serie.
Y digo en serie, porque el grupo de holandeses ahí está
vivito y coleando, sin que se saque un euro por ninguno de
ellos.
Y ya que hablamos de salidas, el sorpresón fue la salida de
Michel Salgado, aunque tenía un año más de contrato, que
cobrará, porque aquí, a pesar de su madridismo contrastado,
nadie deja un euro, con lo que debemos valorar, una vez más,
el gesto que en su día tuvo Zidanne al rescindir su año de
contrato y no cobrar ni uno de los 1000 millones netos que
hubiera cobrado ese año.
Cada uno puede mirarlo por donde quiera, pero también en eso
se ve quienes son los que besan el escudo para la galería y
quienes lo besan para sacar otros cuantos euros más.
Agosto, pues, se va a hacer más largo, va a ser más un mes
de verdaderas vacaciones, si no nos aparece otro culebrón,
que llene páginas y espacios deportivos. Esperemos hasta
mañana.
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