Bajo el sugerente título de ‘Ceuta
2+2. Dos mares, dos continentes’ se presentó a comienzos de
año el nuevo plan de incentivo del turismo en la ciudad a
partir de sus alicientes para los aficionados a la náutica.
Se trata de uno de los 17 planes de competitividad del
producto turístico aprobados en la Conferencia Sectorial de
Turismo que se celebró en Madrid el 9 de diciembre del
pasado año y además de la colaboración de las
administraciones central y autonómica, aúna la participación
de otras entidades importantes en el desarrollo económico de
la ciudad, como son la Cámara de Comercio y la Confederación
de Empresarios. Este es sin duda el camino a seguir en un
sector como el turístico, en el que la competencia es cada
vez mayor y en el que la ‘personalidad’ de la oferta, su
singularidad, marca las posibilidades de éxito.
Ceuta cuenta de partida con evidentes cualidades de las que
mucho se habla, pero sobre las que no tantas veces se ponen
a trabajar las instituciones para sacarles provecho. Los dos
mares que bañan sus costas, su carácter de ciudad española
en África... son atractivos más que suficientes para atraer
a un turista interesado por las novedades que pueda
ofrecerle un mercado saturado y en ocasiones demasiado
tendente a los estándares de los viajes a zonas de sol y
playa. La ciudad no sólo puede responder hoy en día al
patrón de quienes buscan eso, sol y playa, sino que ha de
buscar su ‘sitio’ en otros nichos de negocio
complementarios, como pueden ser, en este caso, las
actividades náuticas.
El paso está dado, las primeras actuaciones contempladas en
este plan trienal, dotado con el nada desdeñable presupuesto
de dos millones de euros, ya están en marcha, ahora queda
culminar un proceso que ha de obtener resultados palpables.
Cabe pensar que con las actuales tarifas de transporte
marítimo no podrá llegarse muy lejos por más que se
invierta, pero esa es harina de otro costal y si, como se
espera, la situación mejorara, Ceuta ha de estar preparada
para abrirse este y otros caminos.
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