El apagón que durante una hora
sumió ayer a la Feria en la oscuridad apenas diez minutos
después de que el presidente Vivas y el resto de autoridades
procediesen al tradicional encendido oficial del Real dio
pie, con el paso del tiempo y a pesar de la rapidez con la
que se reaccionó al contratiempo, a multitud de lecturas
interesadas que, en el fragor del momento, quisieron sacar
tajada del incendio que causó el imprevisto. Para evitar
malentendidos y tal y como ya se había asumido minutos
después del apagón, la Empresa de Alumbrado dio a conocer
ayer un claro, conciso y responsable comunicado de prensa en
el que explicó que “la avería de un transformador de medida
en un centro de transformación de la zona portuaria” afectó
a “la nueva línea eléctrica que alimenta al recinto ferial,
lo que originó la interrupción temporal de suministro al
mismo”.
“De manera inmediata se activó el plan de contingencia
específicamente previsto para este caso, iniciándose las
maniobras programadas para efectuar el suministro por una
línea alternativa y en menos de una hora el suministro al
recinto ferial pudo ser restituido”, detalló la empresa sin
deslizarse ni un ápice de lo sucedido ni escurrir el bulto.
La Ciudad Autónoma, a la que hubo quien intentó señalar como
responsable de lo sucedido por falta de previsión, también
ofreció sus correspondientes explicaciones ayer por la tarde
con todo detalle. No hubo imprudencia ni descontrol, sino un
error “fortuito”, como lo calificó la Empresa de Alumbrado,
que en el peor de los casos para lo que debe servir es para
aprender de cara al futuro y tomar las medidas oportunas
para que, en caso de que se repita, de lo que nunca se puede
estar absolutamente a salvo, las soluciones alternativas
operen lo más rápido posible.
También son de agradecer tanto las disculpas ofrecidas por
todos los responsables de lo sucedido como la paciencia de
los ceutíes, que aguantaron una hora sin luz a pie de caseta
para comenzar a celebrar sus Fiestas Patronales.
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