Guillermo Molina se encuentra un paso más cerca de darle su
nombre al nuevo pabellón polideportivo, que se está
construyendo en el Recinto, después de su gran actuación en
el pasado Campeonato del Mundo, del que el waterpolista
ceutí regresó a España con la medalla de plata colgada al
cuello.
Después de convertirse en el segundo máximo goleador de la
selección española, con trece tantos, y de su destacada
actuación en todos los partidos, siendo el responsable del
triunfo del combinado que dirige Rafa Aguilar frente a EEUU
en semifinales, el ceutí ha adelantado posiciones y se sitúa
más cerca del que, en un primer momento, se había propuesto
para ese nombre, Rodríguez Portillo.
A pesar de que el que fuera uno de los precursores del IMD
se encontraba muy bien posicionado, la actuación de Molina
en Roma no ha pasado despercibidos para los responsables del
ICD, quienes ya se plantean cambiar su opción. Con el oro,
el pabellón se habría llamado Guillermo Molina. En manos del
ICD está decidir si ser considerado el mejor jugador del
mundo es suficiente para tal honor.
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