Por primera vez en lo que va de siglo el Instituto Nacional
de Estadística (INE) recogió el año pasado un saldro
migratorio interior (dentro de nuestras fronteras) positivo
para la ciudad autónoma de Ceuta. Esto es, en 2008 hubo más
personas (concretamente 171) que decidieron mudarse desde
otros puntos de España a la ciudad que quienes siguieron el
camino contrario. La crisis económica, que ha obligado a
cientos de ceutíes a volver a sus nidos familiares, también
se deja sentir en las migraciones exteriores (en relación
con el extranjero) disparando el número de residentes que
optan por irse a vivir fuera, la mayoría a Marruecos.
Muchas familias ceutíes tuvieron que aplicar durante el año
pasado el exitoso y optimista eslogan publicitario que la
firma sueca Ikea ha lanzado este verano, aprovechando la
crisis, para vender sus productos: ‘Donde caben dos caben
tres’. Por primera vez en diez años, la Estadística de
variaciones residenciales que anualmente elabora el
Instituto Nacional de Estadística (INE) registró en 2008,
según los datos que se dieron a conocer la semana pasada, un
saldo positivo en lo que a las migraciones dentro del país
se refiere.
La diferencia entre los residentes en Ceuta que decidieron
irse a vivir a otros puntos de España y quienes siguieron el
camino contrario dejó una diferencia de 171 a favor de los
segundos, alque que no sucedía desde 1999.
Según el histórico consultado por este periódico desde
finales del siglo pasado ni un solo ejercicio se había
cerrado con tal tendencia: en 1998 Ceuta ganó 339 vecinos
por esta vía; en 1999, otros 337.
A partir de ahí, no dejó de perder residentes por este tipo
de migraciones: 530 en el año 2000; 319 en 2001; 814 en
2002; 795 en 2003 y el techo, 1.024, en 2004.
En 2005 fueron 577 personas más las que decidieron irse sin
salir de nuestras fronteras que las que optaron por
trasladarse a Ceuta. En 2006, 221, y en 2007, 379.
El año pasado cambió la tendencia y mientras que 2.356
ciudadanos se censaron en otras localidades españolas un
total de 2.527 decidieron hacerlo en la ciudad autónoma.
Migraciones exteriores
El fenómeno también se extiende al ámbito de las migraciones
exteriores (las que reflejan los flujos de ciudadanos que
vivían en España y se fueron al extranjero y viceversa).
Ceuta no ha dejado de ganar vecinos por esta vía: en 2004 su
saldo positivo con el extranjero se elevó a 277 personas; al
año siguiente, a 366. En 2006 se llegó a 527; en 2007, a 348
y el año pasado, a 358.
No obstante, aún más llamativo es la evolución del número de
residentes que ha decidido irse al extranjero durante el
último lustro, en continuo incremento, desaforado en 2008,
cuando optaron por este camino para continuar sus vidas 217
personas. En 2007 lo había hecho poco más de la mitad (112),
casi los mismos que el ejercicio anterior (113), pero en
cualquier caso muchos más que en 2005 (76) o que en 2004,
cuando sólo se decidieron a irse al extranjero 25
empadronados en Ceuta.
El saldo migratorio total en Ceuta recogió el año pasado 529
residentes más.
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Un estudio que recoge “la totalidad de los flujos
migratorios interiores y parte de los exteriores”
La Estadística de Variaciones
Residenciales (EVR) se elabora por el INE básicamente a
partir de la explotación de la información relativa a las
altas y bajas por cambios de residencia registradas en los
Padrones municipales, con fecha de variación del año de
referencia, y reflejadas en la base padronal del INE hasta
el mes de marzo (inclusive) del año siguiente al de estudio.
Se obtienen así, a partir de ellas, la totalidad de los
flujos migratorios anuales interiores y parte de los
exteriores; los primeros son los producidos entre los
diferentes municipios de España y los segundos son los
movimientos desde o hacia el extranjero. En el Padrón se
registran también otro tipo de altas y bajas, entre las que
se encuentran las altas por nacimiento y por omisión, así
como las bajas por defunción, por inclusión indebida y por
caducidad. Desde 2004 se incluyen también en la EVR las
altas por omisión y las bajas por inclusión indebida de
extranjeros, las cuales se consideran, respectivamente
inmigraciones del exterior en las que no consta el país de
procedencia y emigraciones al extranjero en las que se
desconoce el país de destino. Ello se debe a que, a
diferencia de lo que ocurre con los españoles que cuando se
trasladan al extranjero deben inscribirse en los Registros
de Matrícula Consular y al contrastar éstos con los Padrones
municipales se localiza el municipio de residencia previo y,
por tanto, se dispone del municipio de procedencia de la
migración y viceversa, con los extranjeros esto no es
posible por lo que la única forma de detectar la migración
es mediante la declaración del ciudadano cuando cumplimenta
la hoja de inscripción padronal. Si éste no comunica el país
de procedencia el motivo del alta dado en Padrón es por
omisión cuando en realidad se trata de un cambio de
residencia.
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