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El presidente de la Ciudad, Juan
Vivas, acompañado por la consejera de Educación, Cultura y
Mujer, Mabel Deu, y el resto de autoridades inauguraron ayer
a última hora de la tarde, después de apoyar a distancia a
través del televisor al ceutí Guillermo Molina en la final
del Campeonato del Mundo de waterpolo que la selección
española disputó frente a la serbia, las Fiestas Patronales
de la ciudad autónoma de este año. Marcadas, como el resto
de la actividad cotidiana, por la crisis económica, la Feria
llega en un momento en el que empieza a atisbarse un repunte
de la confianza social y empresarial. Buena prueba de ello
es la apuesta que decenas de empresas han realizado por el
especial que sobre las Fiestas publicó ayer este periódico,
cabecera idónea para este cometido y caracterizada por su
compromiso con la sociedad ceutí, sus tradiciones y su
futuro que agradece a todos sus anunciantes el esfuerzo
realizado para arropar el mejor desarrollo de las Fiestas.
También es de destacar, a pesar de las apreturas económicas
el más que digno cartel elaborado, en el que sobresalen tres
actuaciones exteriores de gran nivel (Tequila, ayer mismo,
Alaska y Fondo Flamenco) y en la que se da espacio a los
artistas locales, que también merecen por calidad y tirón su
hueco en la semana más festiva del año en Ceuta.
A la espera del día central de la Feria, el de la Patrona,
el hueco que ha dejado la irreparable pérdida del
viceconsejero de Festejos, Juan Carlos García Bernardo, a
quien con toda justicia se dedican este año las Fiestas
Patronales, ya se dejó sentir ayer con fuerza en la
tradicional inauguración del alumbrado festivo. Ahora queda
desear y requerir de toda la ciudadanía y de aquellos que
nos visiten que sean diligentes a la hora de disfrutar de la
Feria con responsabilidad y mesura, evitando incidentes y
peligros innecesarios, haciendo uso del transporte público y
siguiendo las recomendaciones de las autoridades para que
las fiestas sean lo mejor posibles para todos. Y a
disfrutar.
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OPINIÓN / EDITORIAL
