Pregunta.- ¿Cómo surge la idea de hacerse representante
de jugadores?
Respuesta.- Era una idea que siempre me había atraído. Hace
ahora tres años, buceando en Internet vi que la Federación
Española había convocado un curso para la licencia de
agente, decidí hacerlo, estuve bastante tiempo estudiando,
acudí a cursos en Madrid. Se convocaron las pruebas y las
superé a la primera. Era un gusanillo que tenía y lo veía
como una forma de compatibilizar el fútbol, mi ‘hobbie’, con
mi trabajo de abogado.
P.- ¿Para un abogado es más fácil?
R.- En principio sí, porque está bastante relacionado. Hay
bastante legislación que estudiar y de abogado, estás
habilitado a actuar como representante. Pero yo entendía
que, si al hecho de ser abogado le añadías un complemento de
ser agente, y estar al tanto de la normativa deportiva,
entendía que era un plus.
P.- Como en todo, los comienzos serían complicados.
R.- Muy difícil. Pero con el tiempo, sabiendo lo que quieres
conseguir y cómo, te logras abrir paso. Son muchas trabas,
pero se trata de tener los pies en el suelo, ya que esto es
muy lento, es poquito a poco, y hay que empezar ganándote la
confianza tanto de padres como de chicos. Por supuesto
también cuenta la suerte. Si en el ámbito de la vida diaria
la suerte juega una parte importante, en el fútbol mucho
más. Es un aliado que hay que tener, y en esto la suerte es
necesaria.
P.- Al principio habría que ir en busca de los chavales y
ahora serán ellos los que le buscan.
R.- Si, la verdad que sí. Poquito a poco, vamos viendo
resultados. Intentamos tener un trato personal bueno, estar
encima del jugador, muchas llamadas, vernos asiduamente, y
como en todos los aspectos de la vida, el boca a boca
también es muy importante.
P.- Era necesario un agente local, porque tal como están las
cosas, más de uno se piensa colgar las botas.
R.- Aparte del hecho de que simpre me ha gustado, también lo
que me llevaba un poco era el ver jugadores que terminaban
la etapa de juveniles y se buscaban un trabajo o jugaban en
Regional. Tenían completamente cerradas las puertas, salvo
excepciones, de acceder a un equipo con unas mínimas
garantías. Es muy difícil, pero poquito a poco se va
consiguiendo. Es tan importante tener jugadores como
contacto con los clubes.
P.- ¿Qué opina de un equipo en Tercera?
R.- Es algo totalmente necesaria la existencia de un equipo
en Tercera, ya que puede dar cobertura a una bolsa de
jugadores que hay ahí. En este sentido hay que alabar la
figura de Ramón Lema y del Murallas, donde saben lo que
quieren y cómo conseguirlo.
P.- Y es que hacerse un hueco en Segunda ‘B’ es difícil.
R.- Todos sabemos que el Ceuta es un equipo con aspiraciones
de ascenso. Labor de formar jugadores no tiene la que todos
desearíamos. Su objetivo es ascender, y así, un jugador que
salga de juveniles es difícil que pueda estar. Los casos de
Ángel y Jesús son casos excepcionales.
P.- ¿Se imagina un Ceuta con los Pablo Antón, Juan Antonio
Cabrera, Anuar, Borja, Corrales...?
R.- Yo creo que sí, algún día. No hay que ser pesimistas, y
aunque no sean esos jugadores puedan ser otros. Jugadores
que salgan de su etapa de juveniles que no tengan que irse
de Ceuta para poder seguir con su trabajo.
P.- ¿Cómo vienen las nuevas generaciones?
R.- Siempre hay jugadores buenos. En ese sentido el Goyu-Ryu
es una cantera que está dando jugadores para muchos equipos.
Y el hecho de contar con un equipo en División de Honor
tantos años es un lujo que quizás no sabemos apreciar. Pero
vienen jugadores interesantes en todas las categorías.
P.- Se puede decir que futuro incierto para los jóvenes,
pero siempre les quedará Javier Cabillas.
R.- No, no, ni mucho menos es la intención esa. Es un
verdadero orgullo cuando un jugador ve en tí la posibilidad
de que le puedas abrir el camino. Pero no todo es bonito.
Son muchos casos en los que es una verdadera
responsabilidad. Tiene mucha parcela de trabajo, y cuando
ves que lo que quieres no se consigue. Lo trascendente es
hablarle claro al jugador, para que sepa que esto es muy,
muy difícil. Se va a intentar, pero jamás se puede prometer
un resultado.
P.- A día de hoy, ¿cuántos jugadores lleva?
R.- Rozando la veintena. Pero ya digo, lo importante no es
el número, porque si yo quisiera lo mismo serían cuarenta.
Para mí son veinte ilusiones y eso es lo que me preocupa,
conseguir abrirle paso. Y para eso el jugador también tiene
que querer, tiene que comprometerse.
P.- ¿Se puede vivir de esto?
R.- Para mí, actualmente, es un ‘hobbie’. Ojalá algún día
esto sea pueda ser una fuente de ingresos. Pero a día de hoy
no lo es ni mucho menos. Se hace porque a uno le gusta y le
intento dedicar todo el tiempo que puedo. Pero ni mucho
menos. Ojalá algún día pueda darle carpetazo a todos los
papeles.
|