El treinta de julio del año 59 se aprobó la Ley 47/1959, que
creaba el organismo de la Jefatura Central de Tráfico, con
el fin de unificar las competencias que se encontraban
dispersas en distintos organismos de la Administración,
además de para atender exclusivamente las materias de
circulación de vehículos a motor.
Para llevar a cabo todas las disposiciones fue necesario la
creación de las Jefaturas Provinciales y locales que siguen
manteniendo esta distribución en la actualidad.
Solamente las Comunidades Autónomas del País Vasco y
Cataluña tienen transferidas competencias en materia de
tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridadd vial.
Matrículas
La historia de las matrículas es reflejo de la evolución del
tráfico en España. Hasta el año 1971 el sistema de
matriculación era el de las iniciales de la provincia
seguido del número atribuido al vehículo, lo que daba origen
a placas con un número de seis cifras en aquellas provincias
de mucha población. A este sistema le siguió otro que
también comenzaba con el código de la provincia, seguido de
un número de cuatro cifras y finalizando con una letra, que
se hizo doble en muchas provincias.
En septiembre de 2000 se adoptó el actual sistema porque
tanto en Madrid como en Barcelona ya no quedaba más
numeración. Las actuales placas comienzan por un número de
cuatro cifras (desde el 0000 hasta el 9999) y tres letras,
empezando por la BBB y que terminará con la ZZZ. Este método
suprime las cinco vocales y las letras Ñ y Q por su
confusión con la N y la O, además de las letras dobles CH y
LL.
Curiosidades
El Servicio de Helicópteros comenzó su andadura en 1962 con
dos aparatos. Hoy Tráfico dispone de 21 helicópteros, la
mayoría bimotores y distribuidos por patrullas con bases en
Madrid, Valencia, Málaga, Sevilla, Zaragoza, A Coruña y
Valladolid, que posibilitan una cobertura total de las
carreteras españolas, efectuando labores de vigilancia y
regulación de la circulación. En todos estos años se han
realizado más de 180.000 horas de vuelo y se ha prestado
auxilio en 26.000 casos, se ha atendido a 9.080 heridos en
accidentes de tráfico y se han realizado 3.000 traslados
directos a hospitales.
En 1968, la Guardia Civil de Tráfico empezó a utilizar los
primeros radares que controlaban la velocidad en las
carreteras. Hoy se dispone de 268 radares móviles instalados
en automóviles, que pueden funcionar con el vehículo
estático o en movimiento.
Los primeros radares fijos se ubicaron en Despeñaperros,
Jaén, y en el túnel del Campillo, Alicante, en 1994, usaban
película fotográfica y la Guardia civil tenía que
desplazarse hasta ellos para retirar los datos. Desde
entonces, ha pasado mucho tiempo y el número de radares en
las carreteras ha ido aumentando. En los últimos años se ha
llevado a cabo un plan de implantación de radares fijos con
522 puntos de control instalados en cabinas o pórticos y
dotados de la última tecnología. Además, Tráfico cuenta con
otros 168 que cede a las policías locales para realizar
campañas de control de velocidad en los ayuntamientos.
En el año de nacimiento de la DGT, por las carreteras
españolas circulaban más de un millón de carros, casi medio
millón de motocicletas y 240.265 turismos.
Velocidad
La velocidad inadecuada a las circunstancias de la vía es un
claro factor de riesgo ya que potencia todos los fallos
humanos en la conducción. Desde la aparición de los primeros
vehículos, la velocidad fue en un elemento de preocupación
que llevó a establecer máximos. Lejos quedan los 28 km/h en
carretera y 15 km/h en travesía como límites establecidos en
1900, topes que se fueron adaptando tanto a la carretera
como al desarrollo tecnológico de los vehículos. Así, en
1974, los conductores no podían rebasar los 60 km/h en
ciudad, 110 km/h en carretera y 130 km/h en autopista,
límites que han sufrido nuevas modificaciones hasta llegar a
nuestros días, donde no se permite circular a más de 120 km/h
autopista-autovía; 100-90 km/h en carreteras y 50 km/h en
zona urbana.
En 1973 se empiezan a estudiar los medidores de velocidad,
lo que hoy conocemos como radares y en una de las campañas
de concienciación y de control de velocidad, en 1987 se
sanciona a 1.560.335 conductores por circular a una
velocidad mayor a la permitida.
Actualmente se siguen realizando este tipo de campañas de
control de velocidad, que se complementan con la instalación
de radares en las carreteras, mayores sanciones para
aquellos conductores que excedan la velocidad estipulada,
detracción de puntos, la privación de conducir en un tiempo
determinado y para los grandes excesos, prisión.
Todas estas acciones puestas en marcha, han tenido y tienen
su reflejo en la disminución de la velocidad media de los
conductores. Los españoles, bien por cambio de conducta o
por el miedo a ser sancionados han ido reduciendo, en los
últimos años, la velocidad a la que circulan.
Tráfico sigue trabajando por reducir la siniestralidad, pero
poniendo especial dedicación en colectivos muy determinados,
como el de los motoristas, cuya presencia en las carreteras
ha aumentado considerablemente en los últimos años (casi
cinco millones). Por este motivo y viendo las cifras de
siniestralidad, Tráfico puso en marcha en diciembre de 2007
un Plan específico, con medidas concretas, para tratar de
reducir los accidentes de moto. Desde su puesta en marcha,
el número de motoristas fallecidos ha disminuido, pero no en
el mismo porcentaje que el del resto de vehículos.
Aniversario
Ceuta entra dentro del calendario de actividades a
desarrollar con motivo de este cincuenta aniversario de la
Dirección General de Tráfico.
Durante el próximo mes de septiembre tendrá lugar la
celebración en nuestra ciudad.
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