Un centenar de melillenses guardaron ayer dos minutos de
silencio frente al Palacio de la Asamblea para mostrar su
repulsa a ETA y su apoyo a la Guardia Civil por el asesinato
de los guardias civiles Diego Salva Lezaun y Carlos Sáenz de
Tejada García por una bomba de la banda terrorista en la
localidad costera mallorquina de Palmanova (Calvià).
La concentración contó con casi el Gobierno de Melilla al
completo, con su presidente accidental Miguel Marín a la
cabeza, el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, así como
máximos responsables de la Comandancia General, la Guardia
Civil y la Jefatura Superior de Policía.
Miguel Marín expresó su apoyo a la Guardia Civil y rechazo a
ETA y abogó por la unidad de los demócratas para acabar con
la lacra del terrorismo.
“Hoy, más que nunca, los demócratas debemos estar unidos”
dijo el presidente accidental y auguró que “entre todos
conseguiremos acabar con esta banda de desalmados”.
Gregorio Escobar también manifestó su rechazo a ETA y
recordó que el sitio para los terroristas será la prisión.
Así, el delegado del Gobierno declaró que “este ejemplo de
cobardía y vileza sólo tiene un camino, el de la cárcel”.
Detenciones
Por último, la senadora del PP María del Carmen Dueñas abogó
porque los terroristas que han cometido el atentado de
Calvià sean detenidos “lo antes posible” y sean llevados
ante la Justicia “para que haya un cumplimiento íntegro de
los condenas”
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