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OPINIÓN - VIERNES, 31 DE JULIO DE 2009

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Trescientos años han debido pasar, para que un representante del Gobierno español, vaya de visita oficial a la Roca. En este caso la visita oficial, la ha realizado nuestro ministro de Asuntos Exteriores, Moratinos.

Y como no podía ser de otra forma ha recibido críticas por esa visita oficial que ha realizado al Peñón. Una visita que a juicio de una parte de la clase política, nunca se debió de realizar, y mucho menos, por un miembro del Gobierno español. Otros, por supuesto, los pertenecientes a su partido, lo ven como un acierto entablar con esa visita un diálogo que nos pueda llevar a alguna parte.

Los que piensan que con diálogo se puede llegar a alguna parte, que nos lleve al reconocimiento de que ese trozo de tierra es española se equivocan porque será, sin lugar a dudas, un diálogo de sordo, puestos que ni Inglaterra ni los llanitos, querrán escuchar que el Peñón es un trozo de tierra española. Y ya se sabe que no hay más sordo que el que no quiere oír. Y en el asunto de la españolidad del Peñón, Inglaterra y los llanitos, son sordos de solemnidad.

Basta con recordar que cuando, Felipe González, presidente del Gobierno español. Decidió la apertura de la “Verja” por cuestiones humanitarias, la reacción del los llanitos fue de una inmensa alegría, pero al mismo tiempo gritaban que ellos no eran españoles, que eran gibraltareños, a pesar de que sus apellidos fuesen García, Pérez o Sánchez. Todos esos apellidos, como fácilmente se puede suponer, ingleses por los cuatro costados. ¿Habrá un apellido más inglés qué García?.

De aquella apertura de la “Verja”, que sólo favoreció a los llanitos, Ceuta salió mal parada, pues el turismo que venia por aquel entonces a nuestra tierra, atraído por los precios ofrecidos en artículos de bazar, se desvió hacía la Roca, donde era más fácil volver a cas le mismo día y realizar, a su vez, las mismas compras que se hacían en Ceuta, y en ocasiones incluso a más bajo precio.

La apertura de la “Verja”, fue un palo para el comercio ceutí. Un comercio que no era sólo el de los bazares, sino que formaba una cadena de la que participaban obteniendo ganancias, restaurantes, cafeterías, bares, panaderías, taxis y todo lo que giraba alrededor de aquel comercio que traía a Ceuta, miles de turistas nacionales, llegados desde los más recónditos pueblos de España, a realizar sus compras.

Aquel boom, que tanta riqueza había reportado a nuestra tierra se acabó, con la apertura de la “Verja” donde, incuestionablemente, los únicos que fueron favorecidos fueron los llanitos que no quieren ser españoles, en detrimentos de aquellos ceutíes que nos sentimos orgullosos de serlo.

Y no es que, esa apertura de la “Verja” fuese un capricho del Gobierno español, a cuyo frente estaba, Felipe González, un auténtico hombre de Estado, sino que debido a las circunstancias había que realizarla por nuestra entrada en Europa.

La visita de nuestro ministro de Asuntos Exteriores, no va a aportar nada nuevo a estas relaciones, entre España y los gibraltareños. Las cosas seguirán igual que siempre.
 

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