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sociedad - VIERNES, 31 DE JULIO DE 2009


documento. reproducción.

  análisis / príncipe alfonso
 

Pío pío, yo no he sido

Ambas partes juegan al escondite, y
deben hacerlo muy bien, porque nadie ha encontrado todavía los justificantes
 

CEUTA
Redacción

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Tanto a unos como a otros les van a quedar abolladuras en las palmas de las manos de tanto tirar piedras y esconder la mano. Honorable ejercicio. Desde una parte filtran unas cuentas injustificadas, dando a entender que el ex presidente del Príncipe no ha dado cuenta de un dinero aportado por la Ciudad y el ICD. Por otro lado, con un efecto irónico, Laarbi Mohamed, acusa al vicepresidente de la actual junta de no ser vecino de esta barriada y manifiesta que la junta directiva nueva no ejerce de pleno derecho porque no se ha molestado en finiquitar el cambio de poderes dentro de la Asociación de Vecinos. “No pueden tener la justificación de los gastos porque no se han molestado en pedírmelos”, apuntó Laarbi hace unos días.

Después de esta polémica, ya venturosa, ya pasada, tanto una parte como otra han tocado la fibra sensible de este periódico. Y por ahí, oiga, no pasamos. Porque también tenemos nuestro pequeño corazoncito. Los extractos bancarios salieron de la sede del Príncipe Alfonso y se nos dieron a conocer deliberadamente. Los datos, mal que le pese a Laarbi, siguen sin estar justificados.

Vale que se pueda considerar al presidente de la Asociación de Vecinos del Príncipe como un alcalde de la barriada. Pero de ahí a pagar con ese dinero el arreglo de las casas de unas ancianas va un trecho. ¿Es esa tarea de una Asociación de Vecinos, o de la Consejería de Asuntos Sociales? ¿Qué criterios siguieron en la junta directiva de Laarbi para adjudicar esas ayudas? ¿Por qué unas ancianas sí y otras no? ¿Qué se les arregló? Que sepamos, ese dinero procede de la Administración y no es un donativo de Laarbi, porque él representaba a toda una barriada y ante ella tenía la obligación de dar cuentas. Y, por el momento, no se han dado. En cuanto las tengamos, las publicaremos, mientras tanto, diremos que las cuentas no están justificadas, incluso concederemos el beneficio de la duda.

Otra partida presupuestaria procedente de la cuenta de Caja Madrid iba destinada al encargado de la pista, según comunicó Laarbi. ¿No hubiera sido más fácil que Laarbi o el encargado de la pista hubieran salido públicamente con un justificante para dejar en evidencia a la nueva junta? A Laarbi le han bastado unas declaraciones, unas palabras en los medios de comunicación para desmontar a toda una nueva junta directiva que días antes había denunciado que la cuenta había pasado de marcar 2.500 euros a marcar 0 euros en una semana. Vaya suerte. Una denuncia que, recordemos, se había hecho ante la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos por medio de un extracto bancario. Nadie ha hecho magia y ese extracto es real y tangible.

No hemos acusando a nadie, solamente nos hemos hecho eco de la preocupación manifestada y filtrada desde la junta directiva. El equipo de Kamal ha reculado. Nosotros nos lo hemos pensado mejor y tiramos adelante. Si la junta directiva ha tosido a un enemigo al que ni tan siquiera pueden acariciar los bigotes, tanto Kamal como su vicepresidente deberían reconocer su metedura de pata y no dejar a los mensajeros de estúpidos. Que cada uno aguante su vela y cuando haya que aplaudir amiguismos de conveniencia, no les quepa duda de que nosotros también participaremos en ese aplauso, sobre todo, porque confiamos en el buen entendimiento como el camino más honorable entre directivos entrantes y salientes. Mientras tanto, seguiremos pensando que huele a chamusquina, hasta que no nos demuestren lo contrario. Que se las apañen.
 

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