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Todo preparado y listo para la
celebración, un año más de las Fiestas Patronales de Ceuta,
la ebullición de personas laboriosas para adecentar cada
esquina de cuantos rincones forman parte de ese macro
escenario que supone el recinto ferial durante ocho días, es
incesante.
Las reuniones preparatorias en la Ciudad hacen vislumbrar
una Feria de ensueño que, en honor a la Virgen de Africa y,
este año de añadido y por merecimientos propios, en memoria
y recuerdo de Juan Carlos García Bernardo, se va a celebrar
desde el próximo sábado.
Se trata de una semana festiva donde caben los espacios de
todos y en donde la diversión, la alegría y el buen rollo
general debe prevalecer con el objetivo siempre de
enorgullecerse de las tradiciones de nuestra tierra donde
tienen cabida todos y cada uno de los ceutíes, todos y cada
uno de los visitantes que en esa semana se aceerquen a
nuestra ciudad y participen activamente de nuestras
celebraciones.
Unas fiestas en donde debe lucirse el traje corto, o el de
faralaes para ir acorde con el espíritu de la Fiesta. Donde
el presidente de la Ciudad encabeza en primera línea en
estas ocasión el puesto de mando de la semana de Feria. Todo
coordinado, todo dispuesto. Más de 300 funcionarios actuarán
permanentemente para que no falta de nada en una semana
donde el recinto ferial puede ser visitado por más de
150.000 personas a lo largo de los ocho días que dura la
fiesta.
Participación activa, coordinada para unas fiestas de
relumbrón que “deben ser un escaparate de Ceuta para los que
nos visiten”. Así se expresó el presidente de la Ciudad, y
así debe ser.
Las fiestas propias de los lugares es donde se ensalzan las
virtudes de los pueblos y, como cada año, en los primeros
días de agosto, toca volcarse con las esencias de Ceuta
trasladadas al recinto ferial.
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OPINIÓN / EDITORIAL
