El próximo viernes, 31 de julio, se cumple el plazo que
tienen los equipos españoles para pagar las deudas
presentadas ante la AFE antes del 30 de junio. Una fecha que
puede marcar un antes y un después en el Grupo IV de Segunda
‘B’, donde hasta cinco equipos arrastran serios problemas. A
expensas de milagros, algunos de ellos asumen el descenso
administrativo, y otros la desaparición total del club.
La suerte está echada en el CD Linares, donde días atrás el
alcalde de la localidad, Juan Fernández, anunciaba la
desaparición del club. El plan original es dejar morir la
entidad azulilla para recuperar el antiguo Linares CF y
comprar una plaza en Tercera División. No obstante, y a
espera de que el juez cierre el proceso concursal, una
iniciativa encabezada por empresarios cordobeses aporta un
rayo de esperanza a la afición minera.
Donde también pintan bastos es en Écija. Los astigitanos
parecen abocados a la Tercera División debido a que la
directiva sevillana, pese a pagar en las últimas fechas
parte de la deuda contraída con los jugadores, anunció que
no podrá afrontar las dos nóminas que le quedan por abonar.
En lo deportivo la situación también es complicada, ya que
el equipo regresó al trabajo con el ayudante del entrenador
como máximo responsable de una plantilla compuesta por seis
jugadores.
Pero si mal está el panorama en Andalucía, peor está en la
Región de Murcia, donde son tres los equipos que corren
riesgo de perder la categoría o desaparecer. Uno de los
afectados es el histórico Águilas CF, con 113 años a sus
espaldas. En la localidad aguileña la junta gestora no ha
conseguido reunir las cantidades necesarias para hacer
frente a las cantidades firmadas por el anterior presidente
y cada vez está más cerca el anuncio de la desaparición del
club blanquiazul.
En la misma tesitura se encuentra el Atlético Ciudad, sin
embargo los herederos del Ciudad de Murcia, mantienen las
esperanzas de salvación en la entrada de un grupo inversor
brasileño y en el compromiso verbal de su presidente para
pagar esta semana.
La jugada más rocambolesca tendría como protagonistas al
Lorca y al Moratalla. Los lorquinos, que ven como de nuevo
el equipo de la localidad tiene problemas económicos, han
ideado un plan para seguir disfrutando del fútbol de Segunda
B. La idea consiste en no pagar las cantidades adeudas, pero
no desaparecer. Así el que ocuparía su lugar en la categoría
de bronce el Moratalla CF, al que compraría su plaza para
que al año siguiente el club se trasladase a Lorca la
siguiente temporada con el nombre de Lorca CF M. El
Moratalla, a su vez, compraría una plaza de Tercera División
al Puerto Lumbreras para no perder el fútbol en la
localidad.
En el caso de producirse las desapariciones, se produciría
una cascada de ascensos. El que parece cantado es el del
Jerez Industrial, el mejor no ascendido dentro del ámbito
del grupo IV, en lugar del CD Linares. Otro de los
favorecidos sería la Unión Deportiva Los Barrios, que podría
conseguir el ascenso por doble vía, ya sea por la
desaparición del Águilas o por el descenso del Écija. En
caso de que se diese la primera situación unido al descenso
de los astigitanos, sería el CD Alcalá el que retornaría a
Segunda B. Por último el siguiente equipo con opciones de
dar el salto de categoría es el filial malaguista, que
requeriría más combinaciones.
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