LUNES. 20
En la Plaza de los Reyes está Elsa Rovayo ‘La
Shica’ en la terraza de una cafetería. Y nada más verme,
dado que ya habíamos sido presentados, se levanta y se viene
hacia mí. Es un encanto de mujer y una artista que está
recogiendo los frutos de su trabajo. No me extraña que
cautive en los escenarios, porque hablando con ella uno
percibe rápidamente que está dotada para ganarse la
confianza de quienes tienen la oportunidad de conocerla. Me
invita a sentarme a la mesa que comparte con varios
familiares. Y nos ponemos a charlar. Y de la charla va
saliendo una entrevista. Y me veo obligado a tomar cuatro
notas en unas servilletas. Porque me molesta hacer alardes
de memoria. Y la observo, mientras me va contando sus cosas.
Y descubro que su mirada es un chorro de luz. De esa luz que
irradian los que están viviendo la felicidad que les
proporciona hacer lo que les gusta y hacerlo bien. Fácil de
palabra –se le nota que forma parte de una tertulia en Radio
Nacional de España-, pronta en las respuestas, y dueña de
una alegría contagiosa. Ya he escrito varias veces sobre
ella. Porque no solo da juego sino que, además, se lo
merece.
MARTES. 21
Me para en la calle después de haber estado mucho tiempo sin
hablarme. Dice que me lee asiduamente y que está conforme
conmigo en muchas de las cosas que escribo sobre Juan
Luis Aróstegui. Y, tras esos comentarios, deja caer la
siguiente pregunta: “¿Cómo es posible que Mohamed Alí
sea tan lerdo como para dejarse dar coba por Aróstegui?”.
Espera mi respuesta, pero yo guardo un silencio que él no
esperaba. Un silencio que rompe mi interlocutor. “Verás,
De la Torre, hace poco fui testigo de una conversación
donde se hablaba de la estrategia que el PSPC está empleando
en esa coalición fraguada con la UDCE. Y tuvieron la
desfachatez de decir entre risas, que, una vez que han
conseguido engatusar a Alí, es decir, ganarse su confianza,
lo siguiente es aguantar carros y carretas de la prensa que
está en contra de ese acuerdo. Porque luego, en cuanto
Aróstegui consiga el acta de diputado que va buscando, lo
primero que hará es entrarle a degüello a Mohamed Alí. A
quien tacha de estar pegado en cuestiones políticas. O sea,
que no sabe ni papa. En una palabra, que irá por libre y
dispuesto armar el gran alboroto en todos los plenos. ¿Qué
te parece?”. Que Aróstegui es incorregible. Y que, además de
ser un iluminado, tiene la insana costumbre de apuñalar a
todos los que le ofrecen ayuda. Es calcado a otro personaje
que existe en la ciudad, por cierto amigo del secretario
General de CCOO, que destaca, precisamente, por padecer los
mismos trastornos de Jean-Jacques Rousseau.
MIÉRCOLES. 22
Decidimos comer en el Centro Gallego. Somos cuatro los
comensales. Y, durante dos horas más o menos, hablamos de
muchas cosas. En un momento determinado, uno de ellos me
pregunta por el nombre de la persona que escribía en contra
de Elena Sánchez, con el fin de mortificarla cada dos
por tres. Basándose en lo que yo escribí en la miscelánea de
la semana anterior. Le respondo que, de momento, creo
preferible silenciar el nombre de ese periodista. Aunque a
cambio le digo lo siguiente. Mira, dos o tres días antes de
que le sucediera lo que le sucedió a la consejera de
Fomento, estuve entrevistándola en su despacho Y me contó
cosas muy interesantes y que no salieron publicadas porque
así se lo recomendó el abogado del Estado. Pero tuvo a bien
ponerme al tanto, en lo personal, de lo agradecida que
estaba a Pedro Gordillo. Me dijo textualmente: “Manolo,
yo pensaba que Gordillo iba a ser la persona más distante
con la que me iba a encontrar en el Gobierno. Debido a esa
forma de ser tan suya que le achacan. Vamos, con sus prontos
y demás cuestiones. Sin embargo, debo decirte que hasta el
momento Gordillo es el compañero que más me ayuda y más
ánimos me da. Y, claro, lógico es que tenga la mejor opinión
de él”. Es lo que pensaba Elena Sánchez. Y así lo cuento.
JUEVES. 23
Después de entrevistar a Luz Elena Sanín, senadora
del Partido Popular, entrevista que será publicada en la
revista ‘Ceuta Siglo XXI’, la semana próxima, estoy pensando
en pedirle cita a Yolanda Bel. Con el fin de que
acceda a someterse a mis preguntas. Y es que llevo ya tiempo
deseando que la portavoz del Gobierno y consejera de Medio
Ambiente, me dé la oportunidad de conversar con ella sin
tapujos, aunque sin ir más allá de lo que ella no quiera ir.
Y es que Yolanda Bel, mujer interesante donde los haya, ha
ido creciendo como política a la par que se ha ido mostrando
cada vez más esquiva en lo personal. Más huidiza. Como si
quisiera pasar inadvertida. Lo cual no es posible. Debido a
que es uno de los miembros más destacados de su partido y
del gobierno. Y la gente quiere saber qué hace una mujer tan
atractiva en sus ratos libres. Cuáles son sus aspiraciones
familiares. Los motivos de su soltería. En fin, respuestas
que mi estimada Yolanda puede contestar como bien guste.
Junto con otras, claro está, de signos bien distintos. Lo
que sí le puedo asegurar a la consejera es que en esa
entrevista no habría cabida para la chabacanería. Como no
podía ser de otra manera. De modo que pronto lo voy a
intentar. Que la suerte me acompañe.
VIERNES. 24
Mi conocido está enterado de casi todo lo que acontece en el
seno de la Asociación Deportiva Ceuta. Lo único que me pide,
cuando decide contarme algo, es que no se me ocurra
mencionar su nombre. Pues el mero hecho de saber que charla
conmigo le puede poner a los pies de los caballos. Como
siempre que nos vemos, tomamos café y enseguida le tiro de
la lengua. Comienzo martirizándole, una vez más, con el
fichaje recomendado por Cecilio Castillo, es decir,
el del secretario técnico, Fernando Abad. El cual
continúa en Madrid aquejado de achaques que le impiden
trabajar con la intensidad que exige su cargo y el dinero
que ha costado. El hombre reconoce, sin paliativos, el
petardazo pegado por Castillo, que ha dejado a éste en una
situación desairada. Cuando le pregunto si Castillo está
cobrando ya como profesional de la cosa en el club, guarda
un silencio sepulcral. No quiere decirme ni pío al respecto.
Pero a cambio me cuenta que ya ha habido el primer
enfrentamiento entre Carlos Orúe y Fernando Abad. Y
todo porque el primero quiere fichar a Manolo Sanlúcar.
Jugador procedente del Portuense, donde estuvo cuatro
temporadas. Si bien las dos últimas se ha lesionado más
veces de las previstas. A ese fichaje se opone el segundo, o
sea Abad. Y ya sabemos lo que suele suceder cuando los
deseos del entrenador son contrariados. En cuanto a la
directiva, parece ser que está de parte del técnico
jerezano. Lo de siempre.
SÁBADO. 25
Estoy con Blas Rosua en el Hotel Tryp cuando llega
Pedro Palenzuela: el hombre fuerte de Viajes Flandria en
Ceuta. Felicito a Pedro por cierta gestión y él me responde
con pelos y señales acerca de lo que yo he sacado a relucir.
Mientras Blas y yo somos todo oído. En esas estábamos cuando
se unen a nosotros Mohamed Chaib y Pedro Orozco.
La conversación, además de animarse, nos cunde y cuando nos
damos cuenta son ya las tres de la tarde. Pedro Orozco, tan
agradable como siempre, me habla de cuando participó como
pintor con acuarelas en un concurso celebrado en El Puerto
de Santa María. Donde tocaba pintar el Teatro Municipal,
sito en la Plaza del Polvorista de la ciudad gaditana. Una
plaza con enorme historia y rodeada de palacios como el de
Vizarrón, el de Aguado o el de Reinoso Mendoza. El concurso,
como no podía ser de otra forma, lo ganó Orozco. Pero se
queja, con su cachaza habitual, de que ya no le han vuelto a
llamar más para competir en sitio donde pasó unas horas
extraordinarias a la vera del río Guadalete: conocido
también como el río del olvido. Con Pedro Orozco suelo
hablar yo de higos a brevas. Pero nos sentimos muy a gusto
cuando nos metemos en faena. En esta ocasión, la
conversación giró en torno a Juan Lara: pintor
destacado de El Puerto de Santa María y desconocido para
Pedro. Y también de la luminosidad que ofrece Ceuta a
quienes quieren inmortalizarla en sus lienzos.
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