Tres noticias, tres!. Y como las
hijas de Elena, ninguna era buena. Bueno, aclarando que es
gerundio, no son buenas desde mi punto de vista. Para otros,
con toda seguridad, serán buenas e incluso, en un momento
dado, plausibles. Ya se sabe que en este mundo traidor, nada
es verdad ni mentira, todo es según el color con el que se
mira. Y algunos tienen una venda en los ojos, que no les
deja ver nada. No hay más ciego que el que no quiere ver.
Vayamos por parte.
La primera de esas noticias, es la que dice que se van a
acortar las subvenciones. O sea, que algunas entidades a las
que la Ciudad, cada año, le aportaba una subvención, van a
ver disminuida las mismas por culpa de la crisis que estamos
atravesando.
Sin lugar a dudas para las entidades que se van a ver
afectadas no es una buena noticia ese recorte que van a
sufrir. Tranquilos que se van a reducir, en el supuesto que
se reduzcan, pero menos, Ya lo dijo aquel, donde dije digo,
ahora digo Diego y todos contentos. A pesar de todo, es una
mala noticia.
La segunda de esas noticias afecta a los funcionarios, a los
que se les dice que van a estar, par de años, sin aumentar
sus emolumentos. Ya se sabe que en tiempos de crisis, el
asunto siempre afecta a los mismos, lo cual supone un
problema.
A menos sueldos apretarse el cinturón, cosa que opusieron de
moda los romanos, con la creación de tantos y tantos
“centuriones”. Por tanto a menos poder adquisitivo, menos
inversión en los gatos diarios, con lo cual se resiente toda
una cadena.
A los funcionarios les digo lo mismo que a los anteriores,
tranquilos que ahora tenemos que consultar al Gobierno, a
ver qué pasa, si le dejamos dos años con el mismo salario o
le hacemos la subida correspondiente.
Habrá que esperar a ver qué es lo que sucede. Me emociono y
derramo par de lágrimas en el tarro de las emociones
fuertes, cuando alguien me dice, que los mandas van a copiar
lo de Esperanza Aguirre y se van a rebajar el 20% de sus
salarios. Me cuesta creerlo, pero si lo dicen, qué quieren
qué les diga. A pesar de que soy un crédulo de tomo y lomo,
eso de que se van a rebajar sus sueldos en un veinte por
ciento, no se lo cree ni el que asó la manteca colora.
Y vamos con la tercera, como si fuese una sevillana. Resulta
que silbar al Rey y al Himno Nacional no es delito. Uno
siempre ha sido muy respetuoso con la justicia, y si un juez
dice eso, sus razones tendrá.
Lo que me choca es que en cualquier país del mundo mundial,
hasta en los más humildes, sus mandatarios y, sobre todo su
Himno Nacional son respetados al máximo. Creo que eso es
cosa de respeto y educación hacia unas instituciones.
Y lo que más curioso me resulta es que, si en un campo de
fútbol, en cualquiera de los dos equipos contendientes hay
un jugador negro, y una parte de la afición le da por decir,
cada vez que toca la pelota el jugador negro, “ju, ju, ju”,
se puede incluso suspender el encuentro. Y me pregunto ¿Es
qué vale más un jugador de fútbol que el Rey y el Himno
Nacional?.
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