Los bomberos ceutíes que acudieron a apagar un fuego en un
contenedor de la calle Fuerte tuvieron que esperar unos
veinte minutos a que llegara la Policía dado que cuando iban
a actuar, al filo de las 22’30 horas del viernes, fueron
recibidos con una lluvia de piedras sobre el camión, por lo
que tuvieron que protegerse y aguardar a la presencia
policial para que les diera cobertura en tanto desarrollaba
su labor en el contenedor que fue quemado a conciencia para
‘jugar al tiro al bombero’.
“Otra vez. ¡Esto es una vergüenza!” exclamaban los
bomberos que debieron soportar, una vez más, el dichoso
‘jueguecito’ de ‘la pedrada al bombero’. La estrategia es
bien sencilla: se quema un contenedor y alguien da aviso al
080 o al 112 para que acudan los agentes del Servicio de
Extinción de Incendios. Normalmente es un contenedor ubicado
en una zona donde pocas salidas existen. La calle Fuerte del
Príncipe Alfonso se convierte en el lugar idóneo para que
una vez entre un camión de bomberos, éste no pueda más que
quedarse bloqueado para convertirse en diana perfecta para
quienes dan rienda suelta al vandalismo. Ese del que se
avergüenza la gran mayoría de la barriada, pero que cuando
aparece, pocos se atreven a señalar. (Duro trabajo el que
les queda a los buenos de Kamal y Mossid en el barrio que
les han dejado).
La llamada a los bomberos se produjo en torno a las 22’30
horas de la noche del pasado viernes y hasta allí acudió un
camión polivalente del Cuerpo de Extinción. Un contenedor
ardía en el interior, al fondo, de la calle Fuerte. Justo en
el momento de acceso del vehículo el ruido de varias piedras
sobre la chapa hizo al conductor frenar.
Inmediatamente, la dotación se puso en contacto con la
central para que se diera aviso a la Policía, por lo que
tuvieron que aguardar unos 20 minutos a que la situación
quedase calmada y ya con la policía activa, proceder a la
extinción de las llamas sobre el depósito de basuras que
esas alturas estaba prácticamente deshecho por causa de las
llamas.
Los bomberos regresaron a su base con la indignación clara y
evidente ante la falta de respeto de los elementos novicos
del Príncipe mientras apelaban a la cordura social tanto de
los representantes vecinales, como de las instituciones y de
las propias familias que deben ser los primeros en poner
freno a semejantes actitudes incívicas más propias de la
kale borroka ‘alfonsina’, los profesionales que ya se juegan
el tipo al luchar contra los fuegos tienen bastante con esto
y no desean también jugárselo por recibir una pedrada
mientras ejercen su labor de bien social.
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