El campo de trabajo que en esta edición se celebraba en la
ciudad autónoma, ‘Educamusi’, clausuró ayer sus jornadas en
el colegio Santa Amelia. Y lo hizo con resultados “muy
satisfactorios”, tal y como valoró su coordinador, David
Bedia, quien expresó que la transmisión de valores con la
música había tenido “bastante éxito” entre los 25 jóvenes
que han participado en él procedentes de toda España.
Educación en valores a través de la música. En esto ha
consistido el campo de trabajo celebrado en la ciudad
autónoma durante dos semanas bajo el título ‘Educamusi’ y en
el que han participado 25 jóvenes de toda España, en edades
cvomprendidas entre los 18 y 30 años, y cuatro monitores,
dos especializados en Formación y Dinamización, y otros dos
en Música y Melodía.
Esta apuesta realizada desde la Casa de la Juventud y la
propia Consejería concluyó ayer en el colegio Santa Amelia
con resultados “muy satisfactorios”, tal y como declaró el
coordinador, David Bedia. Este campo ha estado dividido en
dos áreas de trabajo, una de formación puesta en marcha en
el colegio Príncipe Felipe y otra práctica en diferentes
centros.
“La respuesta por parte de los alumnos ha sido maravillosa y
lo cierto es que han participado mucho”, concretó Bedia,
quien añadió que “la música es un hilo conductor que da
mucho juego”.
Algunos de los participantes han demostrado estos días sus
dotes como percusionistas, sobre todo, los locales, pero
“aunque haya girado todo en torno a la música era aprender
juegos con ella, más que tocar instrumentos”, apostilló el
coordinador.
Canciones, juegos con movimientos, dinámicas, ejercicios
motóricos y otras pruebas han propiciado que la música, esta
manifestación artística, se ha convertido en un instrumento
de comunicación, participación y socialización para
dinamizar el grupo y conseguir una armonía de trabajo y
ocio.
Para poner el broche final a ‘Educamusi’, alumnos y
monitores compartieron, en la noche de ayer, una cena de
gala en el restaurante Varadero en el que el recuerdo de
estos días unido a lo aprendido consiguió que estos
visitantes se llevasen a sus hogares un buen sabor de boca a
través de frases como “fuimos hippies, músicos,
malabaristas, zancudos, payasos, y sobre todo, todo... nos
volvimos niños”, opinaron los jóvenes en un fotolog.
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