Los bomberos tuvieron que volver a salir ayer, para actuar
en la misma zona en que lo hicieron sólo 24 horas antes
cuando ardieron más de 400 mestros cuadrados de monte en las
laderas próximas al CETI, en la carretera que lleva al
Jaral. En esta ocasión sólo se tuvo que lamentar la pérdida
de una palmera calcinada por el efecto de las llamas.
Trabajando entre basuras, restos de desechos múltiples, en
un terreno casi selvático y afianzando posiciones contra el
fuego para atacarlo tanto desde arriba como por abajo, los
agentes del Cuerpo de Extinición de Incendios de la Ciudad
Autónoma de Ceuta volvieron a lograr, con éxito, que el
conato (en esa ocasión fue más un conato) se quedara sólo en
eso.
A pesar de la rapidez de la maniobra se perdió una palmera
de la zona y parte leve de monte bajo del alrededor, pero
nada relevante. Eso sí, ayertanto los bomberos, como los
agentes de la Guardia Civil que una vez más acudieron al
mismo lugar que el día anterior, comentaron que son “avisos”
de lo que se puede desatar si las circunstancias se vuelven
adversas.
Dos dotaciones de bomberos acudieron al lugar pasadas las
11’00 horas de la mañana tras el aviso de nueva actividad
por fuego en la zona.
Un vehículo lanzadera y un camión polivalente rodearon con
seis efectivos del Parque de Bomberos el área del pequeño
fuego sobrevenido.
La vegetación seca salvaje donde no se aprecian signos
externos de medidas preventivas propicia un escenario de
serio peligro de incendio forestal que puede llegar a
alcanzar niveles extraordinarios dada la exhuberante
vegetación de la zona en la que predominan monte bajo y
multitud de árboles mezclados con grandes lotes de basuras,
escombros y materiales diversos vertidos entre los espacios
naturales que proporciona la ladera próxima al Centro de
Estancia Temporal de Inmigrantes.
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