Dos coroneles jefes de regimiento volvieron a Ceuta años
después como generales para tomar las riendas de toda la
guarnición. Los dos casos concretos son el de Luis Otero,
que mandó Regulares de 1967 a 1971, y el de Ricardo Rivas
Nadal, que mandó la Legión de 1974 a 1978. Ambos lograron
después ascender a teniente general.
De todos los comandantes generales que han pasado por la
ciudad autónoma en los últimos 50 años, dos lo hicieron
antes como coroneles jefe de unidad, un dato nada
despreciable y que da a entender la buena empatía que
despierta Ceuta para los militares con aspiraciones de
mando.
El primero de ellos fue Luis Otero Saavedra, coronel del
entonces llamado Grupo Regular de Infantería nº1 durante los
años 1967 a 1971. Era natural de Ferrol (Coruña) y desde
1976 a 1978 pasó a ser general de división en Ceuta. Poco
después le dieron el cargo de presidente del Consejo Supremo
de Justicia Militar.
El otro general fue Ricardo Rivas Nadal, que mandó a la
Legión desde 1974 hasta 1978. Posteriormente fue comandante
general de Ceuta desde 1981 a 1983 y, luego, jefe de la
Región Militar Sur en Sevilla. Famosa fue su decisión de
intervenir en el aparatoso fuego de julio de 1982, donde
falleció el soldado Antonio Güeto.
Los últimos comandantes generales de Ceuta en ascender a
teniente general fueron Juan Rodríguez de Austria y Rosales,
número 1 de la promoción del Rey y después jefe del cuarto
militar de Su Majestad. En 2004, el último en ascender fue
Juan Yagüe Martínez del Campo, hijo del antiguo jefe del
Tercio en Ceuta, Juan Yagüe Blanco. Mucho antes, quedan en
la memoria, el afamado Gutiérrez Mellado, en 1975; y Andrés
Casinello Pérez, en 1988, que mandó la región del País
Vasco.
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