La ciudad autónoma acogió ayer el Sorteo del Oro con los
brazos bien abiertos. Alrededor de cuarenta personas, si no
más, estuvieron desde primeras horas de la mañana decorando
el escenario del evento, donde las murallas quedaron
repletas de mensajes solidarios a través de los 18 paneles
de la universalidad y las once pancartas de citas
literarias.
Entidades sociales, voluntarios del área de Juventud, Medio
Ambiente y el Centro del Mayor de Cruz Roja, expertos en
marketing y los niños de San Ildefonso fueron los encargados
ayer de que las Murallas Reales estuviesen impregnadas de la
esencia del pueblo ceutí para la celebración del Sorteo de
Oro.
Desde primeras horas de la mañana, más de cuarenta personas
trabajaron conjuntamente para agilizar el decorado del
evento benéfico con las once pancartas en las que varios
escritores españoles expresaron el significado de la
universalidad y la misión de la entidad humanitaria.
Pero no sólo ellos lanzaron mensajes de paz, amor, caridad,
respeto o amparo hacia los desfavorecidos; un total de 18
paneles acompañaron a las lonas en la celebración de la cita
y en los que diferentes colectivos de la ciudadanía ceutí
quisieron mostrar su implicación en la acción social.
“Cuando nos pidieron que ayudásemos, no dudamos un momento
en hacerlo. De hecho, hemos venido más de quince voluntarios
para decorar el conjunto monumental y nos sentimos muy
satisfechos por involucrarnos en una acción tan bonita y que
tendrá como resultado una mejora en la calidad de vida de
muchas personas”, expresó María del Carmen Marroco,
presidenta de la Asociación de Discapacitados de
Enfermedades Neurológicas (ADEN).
A pesar de las altas temperaturas que se dieron durante toda
la jornada y los fuertes rayos de sol, fue inevitable que
todos los participantes se mostrasen satisfechos con el
esfuerzo realizado.
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